El vigués detenido el miércoles pasado acusado de estafar más de 30.000 euros a media docena de "ligues" con los que contactaba a través de páginas de adultos en internet, es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad pues cuenta con siete antecedentes previos. La Policía sospecha que puede haber más víctimas que por pudor no le habrían denunciado.

Ya en el año 2015 J.B.P. fue a juicio por timar a su exnovio para financiar muebles y una moto. Precisamente la misma sala, Penal 3, volvió a juzgarle por otro asunto similar al año siguiente y dictó una requisitoria, en vigor al ser detenido el miércoles, para cumplir la pena pendiente de 2 años. El magistrado de Instrucción 8, en funciones de guardia, le dejó en libertad con cargos pero le impuso como medida cautelar la presentación diaria en los juzgados hasta que ingrese en prisión, para lo que le dio un plazo de diez días. El vigués J. B.P. parece seguir la estela del conocido como Don Juan de Marín, el estafador de un centenar de mujeres especialista en engañarlas a través de internet y aprovecharse de ellas cuando las veía en persona.

El modus operandi difiere del utilizado por el marinense en que sus víctimas son varones y que éstos no le entregan voluntariamente el dinero. En este caso concertaba una cita tras contactar con ellos por Internet y en dicho encuentro se hacía con su documentación y tarjetas de crédito, realizando después compras que iban a su cargo, desde joyas a una moto.

Una situación similar padeció su exnovio, que lo llevó a juicio en 2015. Entonces suscribió con el DNI de éste y sin su consentimiento, contratos de préstamos por importe de 5.306 euros con los que adquirió muebles para dos amigas que le acompañaron durante la compra, y una moto nueva que después cambió por un coche con un conocido al que además entregó 1.200 euros en metálico.

En aquel juicio, celebrado en Penal 3 el 19 de febrero de 2015, J. B.P. confesó la estafa y exculpó a sus dos amigas, con las que compartía el banquillo de los acusados. La Fiscalía solicitó para él 2 años y 8 meses de prisión y para las beneficiarias de los muebles 2 años y 3 meses de cárcel.

En septiembre de 2016, el vigués fue condenado a 2 años de prisión y multa de 2070 euros por falsedad documental y estafa a un amigo al que robó la cartera cuando visitó el domicilio de la víctima y su pareja. Utilizó indebidamente su DNI y sustrajo 800 euros de la cuenta corriente, además de contratar el servicio de tres líneas telefónicas.