Solo tenían cinco meses y tres años y medio. Fue su madre la que condujo a la Guardia Civil hasta sus cadáveres, que estaban enterrados en dos fosas cerca de la vivienda en la que residían como okupas en condiciones deplorables en Godella (Valencia). La mujer indicó dónde estaban los cuerpos de sus hijos tras horas de interrogatorios en los que ella y su marido, y padre de los pequeños, ofrecieron versiones contradictorias. Según el hombre, fue ella la que les mató y trató de ahogarlos en la piscina que había en la vivienda tras una fuerte discusión entre ambos. Ambos están detenidos.

Todo empezó a las 08.30 de ayer, cuando la llamada de una vecina a la Policía Local hizo saltar las alarmas. Avisaba de que había una mujer semidesnuda corriendo por la calle, y que huía de un hombre que la acechaba con una pistola. Tras esa primera alerta, llegaron más.

Varios agentes de la Guardia Civil y la Policía Local se trasladaron a la vivienda indicada, donde solo encontraron al hombre, de nacionalidad belga, que fue trasladado a dependencias policiales. Fuentes de la investigación aseguraron que les espetó que su único deseo era "volver a Bélgica, porque aquí ya no tengo nada que hacer. Están todos muertos". El delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, explicó que al preguntarle de manera insistente por los niños, el hombre ofreció respuestas "incoherentes", por lo que se decidió incrementar el número de efectivos para buscarlos, tanto a ellos como a la mujer.

De inmediato se puso en marcha un amplio dispositivo de búsqueda en el que participaron 110 efectivos de la Guardia Civil, Policía Nacional y Local, voluntarios de Protección Civil, bomberos con perros de búsqueda especializados en hallar personas vivas y fallecidas. También hubo helicópteros sobrevolando la zona. Todo en un intento de que no quedara un rincón sin mirar.

A las 11.00 horas la Guardia Civil logró encontrar a la mujer con la ayuda de un perro adiestrado. Estaba desnuda y escondida en el interior de un bidón cerca de la casa, "con arañazos propios de haber corrido sin más". Pero la búsqueda continuó para dar con los pequeños, extendiéndose a la zona de Moncada, Godella y Rocafort con el apoyo de helicópteros.

La pareja fue conducida a las dependencias de la Guardia Civil, de la localidad de Moncada, donde se les sometió a unos interrogatorios en los que según el Delegado del Gobierno, al principio mostraron una actitud "poco colaboradora". Fuentes de la investigación indicaron que en esas horas el hombre aseguró que fue su mujer la que mató a los niños, a quienes dijo haber visto "muertos dentro de la piscina".

En esas horas, la búsqueda se hizo extensiva a varios pozos del término municipal de Godella, después de que la madre hablara durante el interrogatorio de "resucitar" a sus hijos o de la necesidad de "bucear", según aseguraron fuentes de la investigación. Lo que sí encontraron los agentes fueron restos de sangre en un lateral de la piscina de la casa. Según el Delegado del Gobierno, se trataba de "un pequeño rastro de sangre esporádico" que podía ser "de un corte cualquiera". Y remarcó que "no correspondería a una agresión grave y mortal", y que los investigadores "descartaban que pudiera ser debido a un hecho delictivo". Juan Carlos Fulgencio añadió que en los registros no se habían encontrado armas, pese a las indicaciones dadas en la primera llamada.