La Guardia Civil y la Policía Judicial gala desmantelaron una organización delictiva que introducía en Europa de grandes cantidades de cocaína y de hachís. En los registros hallaron 46 kilos de cocaína y 500 kilos de hachís. La droga procedía de Argelia y Marruecos y llegaba a España por vía marítima, para posteriormente ser trasladada a Francia en dobles fondos de vehículos.