Una mujer de 69 años, vecina del barrio de Escaleritas, en Las Palmas, ha sido detenida por agentes de la Policía Nacional por haber inyectado, supuestamente, silicona en los labios de al menos ocho personas. Al parecer, la investigada se hacía pasar por una médica jubilada y cobraba por su trabajo unos 150 euros, según informan fuentes oficiales. El caso ha pasado a instancias judiciales y, por el momento, el Colegio de Médicos de Las Palmas se personará como acusación particular por haber cometido un presunto delito de intrusismo profesional.

Fuentes de la Policía Nacional señalan que la investigada inyectaba esta sustancia en los labios de varias clientas en su propio domicilio. Al parecer, en lugar de silicona, aseguraba a sus clientas que les pinchaba ácido hialurónico, una sustancia que se encuentra de manera natural en el cuerpo humano que habitualmente se utiliza con fines cosméticos para mantener la piel hidratada. Esta, afirmó ayer a través de un audio de WhatsApp que "en ningún momento" se hizo pasar por médica jubilada de un hospital de la capital grancanaria, tal y como declararon las presuntas afectadas por sus malas prácticas. "Solo inyecté en mi casa, no lo hice en ninguna peluquería de Escaleritas", señaló en el mensaje de voz.

Lo cierto es que la Policía Nacional también sigue la pita a una peluquería del citado barrio de Las Palmas de Gran Canaria pues, supuestamente, la mujer detenida también actuaba allí. "Aquí jamás inyectó a nadie, trabajo yo sola; lo que cuentan es mentira", apuntó la dueña del salón de belleza, quien ha preferido permanecer en el anonimato. "Ella es una profesional, solo atendía en su casa y ella misma lo ha reconocido", asegura. "Conozco a mujeres a las que les ha dejado los labios bienísimo y que testificarían a su favor", afirma la esteticista.

Investigación policial

La investigación policial comenzó a finales de enero. Por aquel entonces, una de las supuestas víctimas acusó a la vecina de Escaleritas de haberla tratado de manera negligente. Al tiempo de inyectarse presuntamente ácido hialurónico, la denunciante se vio obligada a ir a un centro especializado tras notar una serie de efectos secundarios; "fuertes dolores e hinchazón", especifican fuentes oficiales.

Los daños eran tales que la mujer tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para extraer el material inyectado en su piel. Y, tras un "minucioso análisis", este resultó ser silicona, en lugar de la sustancia que decía haberle pinchado en la cara. Además, afirmó a los agentes que pagó 150 euros por el tratamiento.

En las semanas siguientes los casos similares a este se multiplicaron. Hasta siete mujeres más llegaron a testificar en diligencias policiales con unos testimonios similares. La Policía especifica que todas ellas tuvieron que ir a centros hospitalarios especializados para ser tratadas bajo cirugía y retirarles toda la silicona que la supuesta médica les había inyectado.

Al parecer, la investigada llegó a tratar a varias decenas de mujeres de la capital grancanaria, según reconoció la peluquera de Escaleritas. Lo cierto es que, aunque la dueña del salón de belleza ha negado tales hechos, las mujeres afectadas por este supuesto delito contra la salud pública aseguran que la falsa médica también realizaba los tratamientos en este establecimiento de la zona de Ciudad Alta.

El Colegio de Médicos aseguró ayer tarde a través de un comunicado que es "muy importante" señalar que "cualquier cirugía aunque sea mínimamente invasiva, debe realizarse en un centro sanitario registrado, con la correspondiente acreditación sanitaria oficial". Además, recalca que la legislación vigente que regula tales prácticas es muy rigurosa al respecto. Unas directrices que, a simple vista, la investigada se habría saltado.

Ejercer un trabajo de este tipo en un establecimiento que carece de la correspondiente certificación oficial sanitaria y donde además la persona implicada no ostente ningún título habilitante "puede conllevar penas de cárcel", tal y como especifica el Colegio de Médicos de Las Palmas en su comunicado. Motivos suficientes, a juicio de este órgano oficial de profesionales, por los cuales se personarán contra la vecina de Escaleritas.

La investigación ha salido adelante gracias a la labor de agentes de la Comisaría del Distrito Centro de la capital grancanaria. Una vez detenida en su domicilio, el atestado policial fue remitido a las autoridades judiciales.

El caso ha recordado entre los vecinos de Ciudad Alta al de Ruth, una transexual que aplicó aceite de silicona a una veintena de mujeres de manera irregular en sus cuerpos. Un episodio que, aunque ocurrió hace casi 20 años, sigue en las retinas.