El crimen de Manuel Alonso Rivas, el octogenario de la parroquia viguesa de Sárdoma muerto a golpes supuestamente a manos de su hijo pequeño se tramita ya por la Ley del Jurado. El autor confeso de los hechos, Manuel Alonso -de 43 años e igual nombre que su progenitor- y en prisión provisional desde el 14 de enero por esta causa, compareció ayer ante el titular del Juzgado de Instrucción 8 de Vigo en la indagatoria prevista por el artículo 25 de este texto legal que conlleva el traslado de la imputación al investigado y la petición de nuevas diligencias por parte de la Fiscalía y la defensa.

A tenor de los indicios obtenidos hasta la fecha, Manuel Alonso mató a su padre en su propia casa durante una disputa familiar el 27 de diciembre. El cadáver apareció 12 días después, el 7 de enero, envuelto en trapos y bolsas y cubierto con vegetación a 600 metros de su casa. La familia presentó el 5 de enero la denuncia por la desaparición del anciano, cuya pista se perdió dos días después de Navidad, si bien inicialmente pensaron que podría haberse desplazado a una vivienda que tenía en A Cañiza.

El cuerpo, descubierto por un vecino, presentaba golpes contundentes con heridas, tres de ellos traumatismos craneoencefálicos, producto de los golpes que recibió. Una de las más significativas se habría realizado con un arma tipo machete que dejó su huella y que no ha sido localizada. Una barra espiral de metal intervenida por la Policía en el lugar de los hechos ha sido enviada al Instituto Antropológico de Verín para su análisis. Otra lesión que presentaba el anciano en el tórax pudo ser causada por la caída al suelo.

El juez ofreció ayer a los cuatro hermanos del sospechoso por si querían personarse en la causa como acusación particular. Los hijos del fallecido han decidido no ejercitar la acusación contra su hermano y será la Fiscalía quien lo haga. El magistrado aprovechó ayer la presencia de los cuatro hermanos del investigado para tomarles declaración. Durante la comparecencia de Manuel Alonso, su abogado defensor y el Ministerio púbico solicitaron la práctica de pruebas, como informes, nuevas periciales, testificales y una reconstrucción de los hechos, según informó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Entre los informes médicos figura una valoración psiquiátrica del acusado. La familia solicitó al magistrado el desprecintado de la vivienda donde se cometió el crimen para acceder a ella. Dado que faltan pruebas, se le ha imputado la muerte a golpes de su padre, si bien su calificación se deja para más adelante.