Después de siete horas de intensa deliberación, los nueve miembros del jurado popular que tienen la responsabilidad de dictar veredicto en el conocido como crimen de la desbrozadora de A Cañiza se retiraron a un hotel de la ciudad de Pontevedra a descansar sin completar su cometido.

Retomarán su labor hoy para determinar el grado de responsabilidad que tuvo el acusado por estos hechos, José Luis Viéitez, quien acabó con la vida de su vecino José Carlos Álvarez con esta herramienta y causó lesiones graves a su hija.

Los jurados debatieron ayer desde primera hora de la tarde después de que el tribunal dedicase la sesión matinal a elaborar el objeto de veredicto, es decir, el documento que recoge aproximadamente una veintena de preguntas a las que los jurados deberán dar respuesta. Entre ellas cuestiones clave para este juicio cómo pueden ser aquellas que hacen referencia al estado mental que presentaba el acusado en el momento de cometer los hechos.

Mientras que la defensa defendió en el juicio que José Luis Viéitez causó las heridas mortales a la víctima y las lesiones graves a su hija con sus facultades mermadas por el "pánico insuperable" que tenía hacia su vecino, con el que tenía muy mala relación; la acusación particular insiste en que fue el procesado el que atacó sin mediar palabra con la desbrozadora a las dos víctimas, destacando el "ensañamiento" con el que actuó y llegando a acabar con la vida de Juan Carlos Álvarez cuando ya estaba herido y trataba de escapar. La acusación, inicialmente, solicitaba una pena de 25 años de prisión por asesinato y 15 años menos un día por otro en grado de tentativa.