Tres años de prisión que serán sustituidos por otros tantos de internamiento para su tratamiento médico o educación especial en un centro especializado. Esta es la principal pena impuesta por la Audiencia de Pontevedra a un vecino de O Salnés que tiene retraso mental moderado y que reconoció ayer que entre 2015 y 2017 abusó sexualmente de dos niñas.

El acusado deberá mantenerse alejado y no comunicarse con las víctimas por espacio de tres años en el caso de su primera víctima y otros dos la segunda y se le imponen tres años de libertad vigilada cuando finalice el cumplimiento de la medida de seguridad, en los que también deberá someterse a un programa de educación sexual. Se le imponen dos años por el primer delito de abuso sexual a menores, de carácter continuado, y uno por el segundo, sustituidos por el internamiento.