Una diligencia judicial con pocos precedentes en los tribunales vigueses podría arrojar luz al crimen de Manuel Alonso Rivas, el octogenario de la parroquia viguesa de Sárdoma muerto a golpes supuestamente a manos de su hijo, con el que comparte nombre. La reconstrucción de los hechos que tuvieron lugar en la finca que padre e hijo compartían en Baixada a Río „sus viviendas están contiguas„ los días previos a fin de año contó con la total colaboración del acusado, que custodiado por efectivos de la Policía Nacional y acompañado por la comisión judicial accedió a su domicilio a las 13.24 horas y durante poco más de media hora explicó a los investigadores lo sucedido.

Según fuentes próximas al caso, la versión aportada por el hijo menor del fallecido y autor confeso del crimen „así lo declaró durante uno de los registros domiciliarios el pasado 11 de enero„ evidencia un posible accidente. El hombre, en prisión provisional por estos hechos, relató que se encontraba en su casa cuando su padre entró muy alterado. Tras iniciarse una discusión entre ellos, ambos se agredieron, lo que propició que su progenitor se cayese provocándose un golpe seco contra el suelo. Tras esto y según esgrimió a los agentes y personal judicial, tapó el cuerpo con una especie de persiana que tenía en el domicilio. No fue hasta dos o tres días después cuando lo trasladó a un paraje boscoso junto al río Eifonso donde fue hallado el cadáver envuelto en bolsas y trapos viejos, incluida la cabeza, y con los pies atados con un cinturón. Para ello, se habría servido de una carretilla que tendría en la finca, presuntamente la misma que efectivos de la Policía Científica sacaron y desprecintaron del interior de uno de sus vehículos tras haber sido analizada supuestamente en busca de huellas o sangre de la víctima o de su hijo.

El carro también fue parte de la reconstrucción, si bien la comisión judicial no ordenó realizar el trayecto de casi 600 metros que separan la vivienda de la zona donde un vecino halló el cadáver de Manuel Alonso Rivas casi 12 días después de su fallecimiento. El objeto de esta recreación respondía a la falta de concreción y lagunas del hijo menor del fallecido en los hechos ocurridos el pasado 27 de diciembre, al parecer por una disputa familiar que padre e hijo arrastrarían desde hacía tiempo. Minutos antes de las 15.00 horas del mediodía, la comisión judicial, conformada por el juez instructor, la Letrada de la Administración de Justicia y dos fiscales, abandonaron el escenario al mismo tiempo que el detenido fue trasladado de nuevo al penal de A Lama previo paso por sede judicial.

Numerosos vecinos se acercaron hasta el punto debido a la expectación generada. La familia era muy conocida en la parroquia viguesa y muchos todavía siguen sorprendidos por lo sucedido. Manuel padre vivía solo desde el pasado 2 de noviembre tras enviudar. Solía salir a caminar con frecuencia; la estrecha pista que discurre al lado de donde se halló su cadáver la recorría a menudo para ir a comprar.

Declaraciones

Además de esta inusual diligencia, la sala de Instrucción número 8 de Vigo practicó otras testificales dentro de la tramitación habitual de la causa. Ayer fue el turno de uno de los yernos de la víctima, que lo hizo acompañado por el letrado de la defensa así como un trabajador de una empresa del entorno.