"Una chavalita cayó, la otra va ahora para Barcelona". Este lenguaje críptico sumado a la treintena de conversaciones resultantes de las escuchas telefónicas sirvió a la Policía para desarticular una red que pretendía introducir droga, cocaína de gran pureza..

Siga leyendo la noticia en nuestro Kiosco Digital, o suscríbase a La Opinión de A Coruña y tenga acceso completo a todas nuestras noticias sin límites.