Un total de 84 armas, entre ellas diez que por su capacidad y potencia de fuego están consideradas como "armas de guerra", integraban el arsenal intervenido por la Guardia Civil de Pontevedra a un vecino de Ponteareas en la llamada operación Iceberg. Estas diez armas de guerra son tres subfusiles, tres fusiles de asalto, dos ametralladoras, un fusil ametrallador y una pistola ametralladora. Una de ellas es un fusil AK-47 o Kalashnikov, una de las armas más utilizada por los grupos terroristas en todo el mundo, similar a la que usaron los autores de la masacre de la discoteca Bataclán en París. A ellas hay que sumar 66 armas cortas (34 revólveres y 32 pistolas, entre ellas una Glock que es una de las armas preferidas por los sicarios y grupos mafiosos de todo el mundo); siete armas largas (tres escopetas, dos fusiles, un mosquetón y un rifle) así como 3.411 cartuchos metálicos de diferentes calibres. Pólvora, vainas, proyectiles, pistones y una máquina de recarga para la fabricación artesanal e ilegal de munición también formaban parte de este depósito ilegal de armas que fue encontrado en una finca de la parroquia de Pías en Ponteareas.

Pero quizá uno de los hallazgos que más preocupó a los investigadores, junto con las armas de gran potencia de fuego, fue la aparición de hasta 52 cañones sueltos de distintas armas, así como numerosas piezas fundamentales para componer las mismas (armazones, correderas, tambores de revólver y cerrojos), además de accesorios, herramientas y piecería para la manipulación y la "rehabilitación" de armas de fuego. Es decir, un auténtico taller con capacidad para la reactivación y puesta de nuevo en uso de armas ya inutilizadas o descatalogadas. Un auténtico arsenal cuyo contenido asusta por la cantidad y la potencia de alguna de las armas y que el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, catalogó ayer como "la mayor incautación de armas realizada en Galicia en los últimos años" y que "da la sensación de que hay algo más que el simple coleccionismo".

Losada, acompañado por la subdelegada en Pontevedra, Maica Larriba; el general de la Guardia Civil en Galicia, Luis Francisco Rodríguez; y por los mandos de la Comandancia, felicitó a la Guardia Civil de Pontevedra por esta investigación que ha permitido retirar de la circulación todo este material armamentístico. La investigación arrancó en marzo, cuando los agentes detectaron que el detenido estaba adquiriendo a través de internet piezas y accesorios para armas que no coincidían con las que poseía legalmente y para las que tenía licencia.

La investigación culminó cuando hace una semana los agentes irrumpieron en una finca de grandes dimensiones en la parroquia de Pías y allí incautaron este arsenal. El detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción 2 de Ponteareas acusado de los delitos de depósito de armas de guerra, tenencia ilícita de armas prohibidas y depósito de municiones. Quedó en libertad con cargos en una decisión que ha sido recurrida por la Fiscalía Provincial.