El pestilente olor que desprendían varias toneladas de carnada para pescar podridas y un tiburón en el interior del palangrero dificultaron el registro del buque en Vigo. Había que hacer sitio al alijo y por eso vaciaron las neveras. A primera horas de la mañana se avisaba a una empresa especializada para su limpieza, pero rechazaron el trabajo. El palangrero será trasladado hoy a Bouzas donde se buscará una solución. La comisión judicial tuvo que bajar uno a uno a los tripulantes para el registro de sus camarotes.