El profesor de 33 años que permanecía desde hace una semana ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) falleció a consecuencia de la paliza que sufrió a manos de un grupo de jóvenes cuando regresaba de unas fiestas. La familia del fallecido, David Carragal Garay, confirmó ayer la noticia. A primera hora de la mañana ya avanzaban que estaba "mal, muy mal" y se temían el peor de los desenlaces, "no creemos que pase del día de hoy". Ese temor se cumplió a última hora de la mañana. Los médicos le hicieron unas pruebas a la una de la tarde y posteriormente se decretó el fallecimiento. Carragal deja una profunda huella en Cudillero, la localidad asturiana de donde era natural y en la que era muy conocido este monitor de natación. Llevaba viviendo en Oviedo apenas un año.

Según testigos presenciales, la víctima fue abordada por un grupo de unos seis jóvenes de entre 18 y 21 años que le pidieron tabaco y, tras señalarles que no tenía, le propinaron una paliza que le causó un traumatismo craneoencefálico. Su primo Diego explicó que el joven sufrió gravísimas lesiones de las que no ha podido recuperar y que finalmente le han causado la muerte esta pasada tarde.

Sus atacantes, según ha relatado, le propinaron una patada en la cabeza que le dejó inconsciente y después "le remataron" a golpes cuando estaba en el suelo.

David Carragal se mantuvo sedado y estable en los primeros días de ingreso, pero según fue avanzando la semana las cosas se torcieron. Unas pruebas practicadas el viernes certificaron el agravamiento y llevaron a los médicos a realizarle una intervención de urgencia. Lejos de mejorar, la situación fue a peor, hasta el día de ayer, cuando pasó a debatirse entre la vida y la muerte. "Está muy mal, pero aferrado a la vida y peleando, porque es un gran deportista", comentaba el pasado fin de semana un familiar que a lo largo de la jornada permaneció en el hospital siguiendo la evolución de su pariente. Ayer decía "ha luchado mucho por vivir pero se quedó sin fuerzas". La Policía busca a los agresores, al menos tres jóvenes de entre 24 y 28 años, que según precisaron varios testigos, le pidieron tabaco y, tras señalarles que no tenía, le propinaron una paliza que le causó un traumatismo craneoencefálico.