El vecino de Oviedo identificado como J.C.C., de 18 años, se confesó ayer ante la juez que instruye el caso autor de la agresión que causó la muerte a David Carragal, de 33 años, durante las fiestas del barrio ovetense de La Florida el pasado martes.

La magistrada dictó la orden de ingreso en prisión bajo la acusación de homicidio doloso, mientras que dejó libres a los otros dos jóvenes que fueron detenidos, R. B.D. y A.S.S., que están investigados solo por haber abandonado el lugar de la agresión sin prestar ayuda al herido, por lo que tendrán que estar localizables y a disposición de la autoridad judicial. La víctima fue enterrada ayer mismo en su localidad natal, Cudillero.

J. C.C., como ya había indicado a la policía, aseguró ante la juez que los tres jóvenes se habían enfrentado con Carragal pero que solo le había lanzado una patada, sin poder precisar si le había alcanzado o en qué parte del cuerpo le había impactado. Negó en todo momento que hubiesen propinado una paliza a la víctima, algo que ya por la mañana había corroborado el Jefe Superior de Policía, Juan Jesús Herranz Yubero: "Yo no diría que el fallecido fue apaleado, fue agredido".

Descartaba así que los detenidos se hubiesen ensañado con la víctima. Herranz hacía también un llamamiento a acabar con los enfrentamientos en las fiestas. Los implicados en estos hechos, dijo, "son todo personas sin antecedentes que, en un momento dado, acaban teniendo unos comportamientos impropios y agresivos".

J.C.C. podría encajar en este perfil. Al parecer nunca tuvo un problema de violencia, si se exceptúa el fútbol, ya que le han expulsado alguna vez por entradas excesivamente duras.

La autopsia indicaría que todos los golpes sufridos por David Carragal fueron de cintura para arriba e "intencionados", extremo que la defensa niega de forma vehemente. La autopsia fue realizada el martes y será crucial para determinar qué pasó.