"Yo no fui, soy inocente, que salga rápido el culpable". Estas eran las primeras declaraciones de Jürgen Wilfried Karau, conocido como Alemán, ayer, a su llegada a Salceda de Caselas después de haber pasado más de una semana en prisión como sospechoso del asesinato del joven Soufian Mraha en la madrugada del 8 de junio. Jürgen volvía a casa después de que el caso por el apuñalamiento mortal de Soufian, de 24 años, diera un giro de ciento ochenta grados.

El Juzgado Mixto número 1 de O Porriño acordó su puesta en libertad a la vista de las ampliaciones del atestado presentadas por la Guardia Civil en el juzgado este lunes y ayer, dónde se hace referencia a la existencia de un posible error en la identificación; motivo por el cual la juez ha entendido que, en el momento actual, y a la vista del cambio de circunstancias, no se justifica el mantenimiento de una medida tan gravosa como la prisión provisional. Una identificación realizada por un testigo fue lo que llevó a la detención y posterior ingreso en prisión provisional de Jurgen, que ayer recuperaba su libertad cuando cumplía su décimo día en la cárcel. Esa persona aportó, entre otros datos, que el agresor tenía acento extranjero. Y el mismo día del crimen era arrestado este joven de origen alemán afincado en la localidad, que desde el primer momento insistió en su inocencia.

"¡No, no, no!", decía para negar su implicación. Pero el alemán, como se conoce al chico en el municipio, habla perfectamente tanto el castellano como el gallego, insistieron sus allegados y amigos, que no dudaron en salir a la calle y manifestarse para pedir su puesta en libertad, convencidos de que Jürgen no había sido el autor de aquel crimen. El joven, aseguraban, ya estaba en su casa cuando fue el homicidio.

La puesta en libertad del que hasta ahora fue el único arrestado del caso la decidió el juzgado de oficio. La Fiscalía, según pudo confirmar este periódico, tiene el mismo criterio que el tribunal instructor. Después de esperar toda la tarde por la autorización de la jueza para poder abandonar el centro penitenciario de A Lama, alrededor de las 21.00 horas, Jürgen llegaba a Salceda junto a su madre y la pareja de esta. Allí, en las inmediaciones de su vivienda, lo esperaban entre aplausos casi un centenar de vecinos y amigos que, portando una pancarta en la que se podía leer Bienvenido Jürgen, #TodosSomosToni y #Justicia, cortaban el tráfico para recibir al Alemán. Entre lágrimas, Jürgen y su madre, Angelika, se bajaron del coche para abrazar a sus allegados y agradecer todas las muestras de cariño.

Además de reivindicar su inocencia, Jürgen aprovechó para "dar las gracias a todos mis amigos que estuvieron apoyándome todo el rato". Precisamente, la pandilla de Toni, como también se le conoce al joven, organizaron una concentración el pasado domingo para pedir justicia para su amigo y advirtieron de que se reunirían todos los fines de semana hasta que no fuera puesto en libertad. Por este apoyo incondicional, la madre de Alemán, decía ayer que "los amigos son para siempre, en las cosas buenas y en las cosas malas". Luego del reencuentro con su pandilla, Jürgen y el resto de amigos aprovechaban para salir a tomar el aire y ponerse al día. "Lo vamos a cuidar", prometió una de las presentes a la madre de Alemán, preocupada por su hijo, con el que se fundió en un abrazo.

Pese a su puesta en libertad, por el momento, hasta que se realicen en sede judicial las diversas diligencias de investigación pertinentes, Jürgen permanece en calidad de investigado en la causa, por lo que tendrá que comparecer en los juzgados quincenalmente. El crimen por el que ha sido señalado tuvo lugar pasadas las cinco de la madrugada del 8 de junio en Salceda de Caselas, cuando la víctima, Soufian, falleció a consecuencia de varias puñaladas con arma blanca propinadas por un hombre que, tras la agresión, se dio a la fuga. La identificación de un testigo fue lo que puso a Jürgen en la diana, aunque, tanto él como su entorno, han defendido siempre su inocencia.