Un grupo de activistas de Greenpeace han cortado el acceso de vehículos a Madrid Central en la calle Alcalá a primera hora de la mañana, en el primer día sin multas en este área de bajas emisiones.

Una decena de activistas de esta organización ecologista, encadenados entre sí, se han sentado en la calzada de entrada a Madrid Central en la calle de Alcalá, cerca de la plaza de Cibeles, con pancartas con el logotipo de Greenpeace y lemas como "Madrid Central funciona" y "No más coches".

La Policía les ha retirado finalmente de la calzada, sin mayores incidencias, y el tráfico ha quedado restablecido.

En un primer momento, con los activistas sentados en la calzada, los agentes han permitido a autobuses y taxis entrar a la calle Alcalá en dirección Sol, mientras que los coches particulares han sido obligados a desviarse.

El portavoz de Movilidad de Greenpeace España, Álvaro Fernández, ha señalado que su intención es quedarse ahí hasta que la Alcaldía les ofrezca una reunión que solicitaron el lunes pasado.

Además, en las redes sociales la ONG ecologista ha pedido que los ciudadanos acudan con carteles a los piquetes informativos que la Plataforma en Defensa de Madrid Central situará a las 10.00 y las 19.00 horas en algunos puntos de los accesos de este área de bajas emisiones.

El tráfico a primera hora de la mañana del lunes en el centro de la capital durante el primer día sin multas en Madrid Central es fluido, aunque también influye que una parte de los madrileños han comenzado las vacaciones hoy, 1 de julio.

Fuentes del centro de pantallas del Ayuntamiento de Madrid han señalado a Efe que es difícil hacer una evaluación sobre la influencia de la moratoria de multas en el tráfico, ya que a primera hora de la mañana la hora punta afecta más a los puntos de entrada a la capital por carretera.

Este lunes arranca la moratoria a las multas en Madrid Central, tres meses -hasta el 30 de septiembre- en los que quienes accedan indebidamente a este área de bajas emisiones recibirán un aviso pero no serán sancionados, una medida que se toma en medio de críticas al Gobierno de José Luis Martínez-Almeida (PP).

Aunque solo pueden acceder a este espacio de 472 hectáreas los vehículos de los residentes, los coches con etiqueta Eco y Cero Emisiones y los que tengan distintivo B o C siempre que acudan a un aparcamiento, desde este lunes infringir esta norma no conllevará, como hasta ahora, 90 euros de multa.