Los juzgados de Pontevedra dirimieron ayer un nuevo episodio de la rivalidad que en los últimos años mantienen los grupos familiares conocidos como los Morones y los Zamoranos y que desembocaron en episodios violentos como el que se produjo en el mercadillo de Cangas en 2015 con una pelea multitudinaria entre miembros de ambas partes.

Precisamente ese episodio fue el que se juzgó ayer en el juzgado de lo Penal 2 de la capital y se zanjó con un pacto en el que siete de los 12 acusados resultaron absueltos y otros cinco fueron condenados a penas de cárcel, aunque todos ellos evitarán su entrada en un centro penitenciario merced a este acuerdo con la Fiscalía.

El más beneficiado fue el líder del clan de los Morones, Sinaí Giménez. La Fiscalía solicitaba para el denominado rey de los Gitanos de Galicia penas que sumaban 14 años de prisión, pero este acuerdo con el Ministerio público permitió a Giménez reducir esta petición a un total de 4 años de cárcel, un año por cada uno de los cuatro delitos de lesiones que reconoció haber cometido ante la juez.

También su hermana, María Consuelo Giménez, vio reducida su petición de condena de 10 años y medio a los 3 que aceptó finalmente, también un año por cada uno de los delitos de lesiones que reconoció. Tal y como recoge la sentencia dictada in voce en la propia sala, las penas de cárcel les serán suspendidas a ambos a pesar de que exceden los dos años de prisión por los que se concede la suspensión por la vía ordinaria. Y es que la pena impuesta por cada uno de los delitos sí es inferior a dos años, lo que permite la suspensión por la vía extraordinaria, decisión que aceptó la magistrada con el visto bueno de la Fiscalía. Eso sí, la suspensión de la condena está condicionada al hecho de que ambos no vuelvan a delinquir en el plazo de cinco años. Además, la representante del Ministerio Público explicó que, aunque Giménez cuenta con antecedentes por amenazas por un incidente el mercadillo de Redondela, se trata de hechos posteriores a estos y, por lo tanto, no computables.

Por parte de los Zamoranos, tres personas asumieron penas de un año de prisión como autores de un delito de lesiones. Se trata de Enrique León Salazar, Javier Duval Gómez y José Luis Jiménez Escudero. La suspensión de estas penas de un año de prisión están condicionadas a que no cometan ningún delito en el plazo de dos años. Los otros siete acusados resultaron absueltos.