La Guardia Civil ha detenido a ocho personas e investiga a otras dos por la presunta comisión de una serie de robos cometidos en casi una treintena de bares durante los últimos meses en las provincias de A Coruña y Pontevedra.

La operación de la Guardia Civil, denominada "Presuroso", se inició a finales del año pasado tras detectar el cuerpo armado un incremento de robos en las comarcas de O Salnés, Caldas y Pontevedra, principalmente, y ha permitido desmantelar la organización criminal.

Los robos estaban orientados a la sustracción de máquinas recreativas y cajas registradoras, lo que los ladrones hacían con gran efectividad en poco más de treinta segundos, detallan fuentes de la Guardia Civil.

Solían actuar en células compuestas por cuatro individuos con las misiones perfectamente definidas: uno se encargaba de fracturar violentamente la puerta de entrada en el local y la máquina recreativa después, a otro le correspondía arrancar la caja registradora de su ubicación, un tercero era el responsable de dirigir el operativo, mientras otro vigilaba en el exterior a bordo de un vehículo en el que se daban a la fuga con el botín.

La investigación requirió analizar una importante cantidad de información sobre personas y vehículos sospechosos, pero posibilitó establecer una línea de investigación en torno a un grupo de ocho personas asentadas en Ferrol.

Este grupo itinerante contaba con el apoyo de un padre y su hijo, residentes en los municipios pontevedresas de Portas y Poio, respectivamente, que se encargaban de facilitar los vehículos, algunos de ellos de alquiler, con los que cometían los robos.

Durante la operación, que se llevó a cabo durante las últimas semanas, fueron detenidas seis personas en Ferrol e investigadas otras dos, mientras que en Cambados fueron localizados y detenidos los dos individuos que prestaban apoyo a la organización desde Pontevedra.

A todos ellos se les atribuye, con diferentes grados de participación, la comisión de un total de 28 robos en las provincias de A Coruña y Pontevedra para la obtención de un botín de casi 40.000 euros en efectivo.

Los daños materiales se cuantifican en más de 65.000 euros.

La mayor parte de los 26 robos esclarecidos hasta ahora se cometieron en la provincia de Pontevedra.

Siete fueron en Poio, cinco en Sanxenxo y tres en Barro, dos se produjeron en Ribadumia, Caldas de Reis y Meis, mientras que en Moraña, Cuntis, Silleda, Cambados y Pontecesures cometieron uno.

En la provincia de A Coruña se les atribuye la autoría de sendos robos en las localidades de Teo y Cambre.