La obsesión con su expareja para intentar que volviera con él tras la ruptura llegó al extremo de acosarla a base de mensajes, llamadas y correos electrónicos. También la amenazó. Un ourensano de 39 años se conformó ayer, en la vista celebrada en el juzgado de lo Penal 1, con una condena de conformidad que rebaja el castigo a una multa de 450 euros, 16 meses y 15 días de alejamiento e incomunicación con la víctima, más 24 días trabajos en beneficio de la comunidad y 9 meses de privación del derecho a tener armas. En solo 3 días el encausado envió a su ex 500 mensajes por WhatsApp, le escribió 145 emails en once días e intentó contactar por teléfono en 610 ocasiones, entre llamadas y mensajes.