Los últimos objetos intervenidos a la red gallega de narcos desarticulada por el Servicio de Vigilancia Aduanera a principios de junio, tras el apresamiento del palangrero Gure Leire con 2.500 kilos de cocaína a bordo, abandonaron ayer los jugados vigueses rumbo a la Audiencia Nacional. La droga, procedente de Sudamérica, se cargó en un buque nodriza en Surinam (antigua Guayana holandesa) y fue transbordada al pesquero que navegaba hacia Galicia, donde iba a desembarcarse, cuando fue interceptado el mes pasado.