La Autoridad Portuaria de Vigo ya se ha hecho su composición de lugar de lo ocurrido la noche del pasado viernes en el incendio de la terminal Ro-Ro de Bouzas. Su presidente, Enrique López Veiga, estimó ayer en 1,5 millones de euros el alcance de los daños ocasionados por las llamas. El balance resultaría de los 16 coches que quedaron calcinados y de otros 40 que „según sus propias estimaciones„ habrían quedado invalidados para su comercialización.

López Veiga acusó directamente a la pirotecnia contratada para las fiestas del barrio como responsable del incidente, principalmente por actuar "sin permiso" „extremo que desmiente el Concello„ y por lanzar las bombas "a veinte metros" de los coches estacionados en la dársena de su propiedad, después de acceder a las cercanías del faro del relleno con una furgoneta. "Ni sabía que se iba a hacer la tirada, ni había permiso, ni nadie podía imaginar que se meterían por ahí", resumió. "Aquí la responsabilidad es de los pirotécnicos y punto", remarcó.

Desde la Cofradía del Santísimo Cristo de los Afligidos de Bouzas, los organizadores del festejo, alegaron que la función pirotécnica cumplía con "todos los requisitos" y aseguraron disponer de un seguro de responsabilidad civil por dos millones. Mientras, la Policía Nacional y la Guardia Civil mantienen abiertas ayer sus investigaciones.

Mañana el organismo portuario mantendrá una reunión con dos principales puntos en el orden del día. Por un lado, la institución prevé personarse como parte en la denuncia, y por otro, abrirá un expediente sancionador contra la pirotecnia. "Ante la Guardia Civil reconocieron su responsabilidad", acusó López Veiga, que incidió además en la recogida de una "cantidad considerable de varillas" como posibles detonantes del fuego, al precipitarse sobre los coches en estado incandescente. "El viento metió todas las cañas para dentro", recalca. El Puerto aseguró que "ni sabía" que se iba a hacer la tirada en los aledaños de la parcela D de la terminal ni tenía "permiso".