El experimentado comandante del Ejército del Aire Francisco Marín Núñez murió ayer después de que el avión C-101 que pilotaba en un vuelo de entrenamiento cayera en picado en aguas de La Manga del Mar Menor (Murcia). Así lo explicó ayer José María Alonso, subdirector de la Academia General del Aire (AGA), de San Javier (Murcia), a la que pertenecía Marín, tras una reunión vespertina de coordinación de los organismos implicados en las labores de rescate.

El piloto tenía 3.300 horas de vuelo en reactores y 1.500 con el C-101 y había sido previamente miembro de la Patrulla Acrobática Águila, detalló. Era el único tripulante de la nave y logró eyectarse antes del impacto del avión, que estaba en la fase final de su vida operativa, con 30 años de funcionamiento, pero que era "seguro", según sus palabras.

Aún es pronto para saber si el accidente se debió a un error del piloto o a un fallo mecánico, añadió la Comisión de Investigación de Accidentes Militares al hilo que el Ministerio de Defensa abrió para determinar las causas de la caída de la nave cuando entrenaba.

El jefe de Capitanía Marítima de Cartagena, Óscar Villar, que coordina a las cerca de 300 personas de la Armada, el Ejército del Aire, Salvamento Marítimo, Cruz Roja y Protección Civil desplegadas para recuperar los restos del reactor y del instructor, admitió que la operación "no es fácil" por la amplia diseminación de los objetos, por lo que podría alargarse varias jornadas más.

Tras confirmar que aparecieron "restos orgánicos de naturaleza humana" en las playas de La Manga, reveló que se encontraron la cola y parte del fuselaje a una profundidad de 15 metros, pero no la cabina ni los motores.

Partes del avión siniestrado llegaron a la playa Galúa, en la que se respiraba un fuerte olor a queroseno y de la que los turistas que se bañaban a la hora del accidente, las 09.38, fueron desalojados, junto a los que lo hacían en las de Monte Blanco, Barco Perdido y Las Sirenas, todas de la parte cartagenera de La Manga y cerradas al baño para facilitar las tareas de rescate cuando no se sabía aún la suerte que había corrido el piloto.

En el operativo, que tuvo que enfrentarse a una alerta naranja por gota fría, participaban ayer cuatro helicópteros, dos dragaminas con sónar de barrido lateral, dos barcos de Defensa y buceadores del Centro de Buceo de la Armada, del Grupo Especialista de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil y de Salvamento Marítimo.

Los restos que se fuesen encontrando en el mar iban a ser llevados al muelle militar de La Curra, en Cartagena, y los que se hallasen en el litoral, a la AGA, donde se realizará el análisis del reactor. Estaba previsto que una vez que los forenses concluyesen la investigación se oficiase un funeral de Estado en esa academia.

El comandante Francisco Marín Núñez nació el 11 de octubre de 1976. Estaba casado y tenía un hijo pequeño. Residía en Murcia, donde ejercía como instructor de vuelo de los futuros pilotos de la Academia General del Aire de San Javier. Durante su trayectoria profesional recibió la Cruz al Mérito Aeronáutico, la Cruz de San Hermenegildo y una Medalla de la OTAN, entre otras condecoraciones.