Dos juzgados han dictado órdenes de prisión para un valenciano de 87 años de edad acusado de haber amenazado de muerte a su mujer de 83 si se negaba a tener relaciones sexuales con él. La medida de prisión se ha acordado ante el temor de que la víctima pueda sufrir algún riesgo, ya que Francisco M. P. había cumplido condena por asesinato tras matar a su exyerno con una escopeta de caza en plena calle en el año 2004 durante una discusión por el régimen de visitas del niño que la víctima había tenido con la hija del homicida. El hombre se encontraba en tercer grado penitenciario y salió de la cárcel hace tres meses, beneficios penitenciarios que ahora podrían verse revocados por estos nuevos hechos.

Las fuentes consultadas por este diario señalaron que el matrimonio se encontraba en trámites de separación, aunque seguían viviendo juntos en el mismo inmueble, donde también vivía su hija y exmujer del joven asesinado. Cada uno vivía en zonas diferentes del inmueble. La mujer y la hija se presentaron en el cuartel de la Guardia Civil de Sant Joan d'Alacant para denunciar que el hombre se había lanzado sobre ella exigiendo relaciones sexuales. Al haberse negado la mujer, éste le amenazó de muerte diciendo que "del cementerio no se sale". Unas amenazas que todas las partes se han tomado muy en serio, dados los antecedentes violentos del acusado. El juzgado de guardia de Alicante decretó la prisión provisional el pasado fin de semana, una medida que ayer ratificó el juzgado de Violencia sobre la Mujer, que envió la causa a juicio rápido tras negarse el acusado a conformidad alguna.

A pesar de la edad del acusado, ambos juzgados han estimado que existía un riesgo real para la víctima. La vista oral se ha señalado para el próximo septiembre. La Fiscalía le reclama penas que suman tres años y tres meses de prisión por esta denuncia de violencia machista y le imputa abuso sexual y amenazas.

El detenido ha negado los hechos y mantiene que lo primero que ha hecho nada más salir de la cárcel es poner en marcha el proceso para separarse. El hombre adujo que la relación se había deteriorado y que los hijos se habían posicionado en favor de la madre. La defensa, que ejercita el abogado Ernesto Muñoz, va a recurrir la medida de prisión al entender que había otras medidas menos extremas que la prisión, como la orden de alejamiento, para garantizar la seguridad de la víctima y también pedirá la nulidad de actuaciones porque no le han dejado interrogar a testigos. Por su parte, la mujer está personada en la causa como acusación particular, que ejercita la letrada María Paz Giráldez.

Francisco M. P. fue condenado a 15 años de prisión en 2006 por el asesinato a tiros de su exyerno en plena calle en Sant Joan. Un disparo en el abdomen lo derribó y después en el suelo lo remató de un disparo en la cabeza. Un jurado popular falló que se trató de un asesinato a sangre fría. La Audiencia le condenó además al pago de una indemnización de 150.000 euros a la familia del fallecido. Sin embargo, éstos apenas percibieron 5.000 euros. Poco antes del juicio, todo el patrimonio del asesino, valorado en 390.000 euros, se volatilizó. Por este motivo, un juzgado de lo Penal le condenó a dos años de prisión por alzamiento de bienes. Un delito por el que también fueron condenadas la mujer y la hija a las penas de dos años, la primera, y de diez meses, la segunda, al considerar probado que le ayudaron a hacer desaparecer el dinero.

Un forense examina el estado mental del reo

Francisco M. P. fue examinado este lunes por un forense durante la visita a los juzgados desde prisión para determinar su estado mental. Un reconocomiento del que no se detectó que padeciera patología alguna que redujera su responsabilidad en los hechos. Las fuentes judiciales consultadas por este diario señalaron que se valoró que existía un peligro para la vida de la víctima, ya que "en otras ocasiones cuando alguien le llevaba la contraria ha reaccionado con violencia". En el juicio por la muerte de su yerno, se declaró probado que fue un asesinato a sangre fría.