Un conductor de la parroquia canguesa de O Hío, de 67 años de edad, cayó ayer con su coche en dos ocasiones, en el plazo de solo una hora, desde el muelle de Massó (Cangas). Todo apunta a un despiste y a la falta de iluminación que existe en la zona.

La primera vez ocurrió en torno a las seis de la madrugada, cuando el vehículo quedó colgado al meterlo en las escaleras del muelle. Acudió una grúa a rescatarlo y, cuando el sexagenario arrancaba para irse, volvió a precipitarse con el vehículo por el muelle hacia la arena y quedó colgado por las ruedas de atrás.

Pese a la aparatosidad del doble golpe, el conductor no sufrió lesiones.