Saltaban muros, violentaban candados, forzaban cerraduras, apalancaban ventanas... Así describe el Ministerio público el modus operandi que empleaba una banda de Mos a la que atribuye hasta 40 asaltos en poco más de año y medio en todos los municipios del sur de la provincia de Pontevedra. La Fiscalía solicita para los dos cabecillas „padre e hijo„ y un tercer investigado penas de 10 años de prisión para cada uno por pertenencia a grupo criminal y delito continuado de robo con fuerza en casa habitada (o alternativamente de receptación). También atribuye al progenitor un ilícito de tenencia ilícita de armas por el que solicita otros nueve meses de prisión.

Para el supuesto cuarto integrante de la banda, la fiscal pide dos años y tres meses de cárcel por un delito de receptación. La función de este varón sería la de comprarle al resto los objetos robados para su posterior venta en tiendas o a un tercero "con pleno conocimiento de su origen ilícito". Asimismo, solicita el archivo de las actuaciones contra un quinto investigado por falta de pruebas a pesar de que se podría "deducir una cierta participación del mismo en los hechos".

La magnitud de los asaltos dilató la instrucción judicial durante año y medio. Y es que los robos comenzaron en enero de 2016 y cesaron en noviembre de 2017, cuando fueron detenidos por efectivos de la Guardia Civil en colaboración con la GNR portuguesa en la denominada operación Catalpa.

Juzgado de Tui

Desde su arresto, padre e hijo, ambos vecinos de Mos, continúan en prisión provisional por estos hechos a instancia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de Tui. Las diligencias practicadas por esta sala permitieron esclarecer más robos en viviendas que la veintena que se les atribuía inicialmente, por lo que la oleada de asaltos se traduce en un total de 40, distribuidos por casi todos los municipios del sur de la provincia de Pontevedra.