El conductor del vehículo al que adelantaron los jóvenes justo antes del accidente pudo observar todo lo ocurrido. Una de las preguntas que le hicieron los agentes a este vecino de Moaña fue sobre la velocidad a la que iba cuando el Peugeot 206 lo rebasó. Lo que dijo este automovilista es que él circulaba por el carril derecho hacia Vigo a unos 120 km/h. El turismo en el que viajaban los chicos lo sobrepasó en una zona de "curva suave". "No es que fuera a una velocidad muy elevada", valoró, detallando que sí era "un poco superior a la suya y progresiva" mientras duró el adelantamiento. Según el testigo, cuando el Peugeot hacía la maniobra de regresar al carril derecho, "más o menos en medio de los dos carriles" hizo "una leve maniobra hacia la izquierda para luego irse a la derecha hasta casi abandonar el carril". En ese momento vio una "maniobra brusca" que provocó que el coche regresase al centro de la calzada. Y ahí apreció que el conductor "perdió el control" hasta acabar saliéndose por el margen izquierdo, cuando se produjo la colisión.

El informe técnico entregado en el juzgado por la Guardia Civil de Porriño, que incluye un croquis del accidente, analiza parámetros como el estado de la calzada en el lugar del choque, que estaba "seca", en "buen estado de limpieza" y su conservación era "buena, existiendo una zona parcheada con anterioridad al siniestro". Dos kilómetros antes del accidente hay señales a ambos lados de la calzada que indican que la velocidad máxima en ese tramo es de 100 km/h. La inspección identificó "dos huellas de fricción" de neumáticos.