Fue un largo y complejo rescate. Lo protagonizaron los bomberos de Ponteareas que, con la colaboración de personal municipal, liberaron a un perro que estaba atrapado en un conducto de recogida de aguas, concretamente en un tramo de más de 300 metros de longitud bajo tierra situado en una finca de la localidad de A Cañiza.

Con la ayuda de una cámara y realizando sucesivas catas en la finca, lograron „tras más de cuatro horas de trabajos„ sacar vivo al animal a la superficie. Pero los esfuerzos empleados no tuvieron finalmente el desenlace que se merece esta historia.

El Concello se hizo cargo del can para tratar de averiguar si tenía dueño o, en caso de que estuviese abandonado, dar cuenta a la protectora para que se hiciera cargo de él. Sin embargo, según informaba ayer el alcalde de este municipio pontevedrés, Luis Piña, el perro acabó falleciendo. "Es una pena, después de todo lo que costó rescatarlo", reconocía el regidor.

Ocurrió este pasado sábado. Fue ya por la mañana cuando unos vecinos avisaron de que escuchaban los ladridos de un perro y que estos parecían proceder de una tubería de recogida de aguas que hay soterrada en una finca de la parroquia de Petán.

El can no podía salir de allí, así que se dio aviso a los bomberos de Ponteareas. Eran las once de la mañana y cuatro efectivos de este parque se trasladaron hasta el punto donde se encontraba el animal atrapado. También acudió personal del Ayuntamiento de A Cañiza, que aportó maquinaria para poder realizar las distintas excavaciones que fueron necesarias durante el rescate.

La intervención fue compleja y necesitó de horas de esfuerzos. "Se trataba de un tramo de tubería que mide entre 300 y 400 metros aproximadamente; fue necesario realizar varias catas en la finca para llegar al tubo de cemento, romperlo y meter una cámara que llevamos para intentar guiarnos con ella y encontrar el punto donde estaba el perro", contaba ayer uno de los bomberos que intervino en estos trabajos. Cuando los efectivos de Emergencias llevaban varias excavaciones en la finca, comprobaron que ya se encontraban casi sobre el lugar donde permanecía aprisionado el animal.

Hubo que excavar de nuevo para abrir una zanja en el terreno, y finalmente, tras acceder al conducto pudieron liberar al perro, sacarlo de la estrecha tubería donde se había caído y desde la que desde la mañana se escuchaban sus ladridos.

Cuando los bomberos acabaron los trabajos, habían transcurrido ya cuatro horas y media desde que se habían puesto en marcha para efectuar el rescate. Eran las tres y media de la tarde.

El perro, según concretaron, quedó a cargo del Ayuntamiento, que iba a realizar las gestiones para averiguar si tenía propietario o si iba a ser preciso avisar a la protectora.

No trascendió si finamente se pudo comprobar si el can era de algún vecino de la zona o si estaba abandonado. Lamentablemente, como informaba ayer por la tarde el alcalde de A Cañiza, no hubo un feliz desenlace en este caso, ya que el perro, que pasó muchas horas atrapado en el conducto, acabó falleciendo, tras el rescate.