El hombre hallado muerto el jueves pasado con varios golpes y en ropa interior en un camino próximo a su casa de As Regadas, en el municipio de Mos, habría fallecido atropellado cuando huía de los homicidas que, según los primero indicios, utilizaron el vehículo de la propia víctima para perseguirle y arrollarle. A la espera de los resultados de la autopsia, practicada ayer en el Hospital Nicolás Peña de Vigo, los primeros vestigios apuntan a una muerte violenta: el cuerpo presentaba una visible marca de rodadura en el cuello, así como heridas en las rodillas y numerosos arañazos en las piernas.

Los investigadores comprueban ahora si, como parece, los agresores utilizaron como arma homicida el propio vehículo de la víctima. Para ello analizan si la marca hallada en el cuerpo del fallecido se corresponde con la rueda de su coche, que se encontraba estacionado en el mismo camino de A Tomada donde se halló el cadáver.

La principal hipótesis, tras los primeros datos recabados por la Guardia Civil que se ha hecho cargo de las investigaciones, apuntan que el fallecido, JL.F.F., de 55 años y residente durante muchos en el barrio vigués de Teis con su mujer y sus hijos, dormía solo en su domicilio de Mos cuando de madrugada varias personas acudieron a su casa. El hombre les vio y huyó tal como estaba, descalzo y en ropa interior, por el camino de A Tomada adentrándose en el monte.

En ese momento los agresores cogieron el vehículo de la víctima y le persiguieron. Mientras escapaba, JL.F.F. se habría caído en varias ocasiones, de ahí las heridas que tenía en las rodillas, y los arañazos los habrían causado las silvas. Cuando descalzo y sin apenas ropa regresó a una de las pistas cercanas a su casa, habría tenido lugar el arrollamiento mortal.

Otro de los puntos a esclarecer, es si alguien ajeno a las fuerzas de seguridad comunicó el fallecimiento a la familia de JL.F.F. , pues algunos testigos aseguran que nada más darse la alerta por la aparición del cadáver y mientras la Policía Local y la Guardia Civil de Mos acordonaban la zona, un familiar acudió y pidió que le dejaran pasar porque le habían comunicado por teléfono que su pariente estaba muerto.

Efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil regresaron ayer a la vivienda del hombre fallecido en Mos para completar la inspección ocular y la recogida de muestras iniciada la víspera. También se inspecciona el turismo del fallecido en busca de pistas y vestigios biológicos que permitan identificar a la última persona que se puso al volante y condujo el vehículo, y que ya se sabe que no era su propietario.

Un vecino fue quien sobre las diez de la mañana del jueves localizó el cuerpo sin vida de JL.F.F. y alertó a las fuerzas de seguridad. La Guardia Civil mantiene, de momento, abiertas todas las hipótesis, incluido un posible ajuste de cuentas, si bien no es la única línea de investigación. Lo que si parece claro es que quienes acudieron a su casa aquella madrugada, iban directamente a por él.