J.A.A.M. era árbitro además de agente de la Guardia Civil cuando sustrajo carteras y efectivo en un total de nueve campos de fútbol de la provincia de Ourense. Reconoció el delito en el Juzgado de los Penal y aceptó que se le impusiese una multa. Además, el Ministerio de Defensa le ha expulsado del Cuerpo, algo que el Tribunal Supremo ve "proporcional" porque la condena causa una "grave afectación al crédito que merece la Guardia Civil".