La Cofradía de Pescadores de Lourizán entiende que el incendio ocurrido en el astillero de Placeres "debe hacer reflexionar sobre la seguridad de la zona", tanto para las personas como para el banco marisquero. La patrona mayor, Mari Carmen Vázquez Nores, demandó desde el momento en que se desató el siniestro barreras anticontaminación -que se desplegaron„ y subrayó las deficiencias de la pasarela peatonal desde la que habría que evacuar a escolares del colegio de Placeres y a los vecinos de O Cabo, en caso que el siniestro fuese más grave y se produjese en horario lectivo.

"Si esto llega a pasar de día, ¿cómo harían para sacar a la gente del colegio?", se pregunta Vázquez Nores, quien sostiene que el puente sobre la PO-11 "se está cayendo a cachos; tiene incluso puntas salidas y cualquier día puede haber un accidente". "Menos mal que fue de noche y en fin de semana; si llega a ser por el día y en día laborable, o escolar, podría ser una desgracia", añade Vázquez Nores.

La patrona mayor expresó a las autoridades presentes en el siniestro del sábado la preocupación de los profesionales de la pesca y el marisqueo por la dársena de embarcaciones de pesca, que están justo al lado del astillero incendiado. Reclamó además medidas para controlar el posible vertido de sustancias contaminantes. Si bien manifestó su satisfacción por cómo se activaron estas medidas, señaló que sí se vio afectada la playa de la Posta, donde "se acumulan residuos y hace efecto esponja, donde queda todo". En todo caso las mariscadoras volverán a la faena este lunes.

"Tenemos que volver a la normalidad, porque aunque esto pudo ser más fuerte, finalmente está bastante controlado".