La noche del 3 al 4 de marzo, sobre las 4 horas de la madrugada, un bebé de 2 meses falleció en casa de sus padres, en Ourense, por un supuesto síncope „según su versión„ que no lograron revertir. Días antes, su hermano mellizo había ingresado con unas fracturas costales que el progenitor atribuyó a una reanimación que, en ese caso, sí evitó la muerte, de acuerdo a sus palabras.

Esa situación familiar llamó la atención de la Justicia. El magistrado investigó a los padres, recabó informes médicos y forenses y concluye que presuntamente cometieron lesiones por malos tratos al bebé vivo. En cambio, el juez de Instrucción 1, Leonardo Álvarez, no ha encontrado pruebas para imputarles un homicidio del mellizo.

La autoridad considera que, entre el 1 y el 3 de marzo de 2019, los padres investigados A. S. M. y D. V. L. "le provocaron de forma intencionada" al bebé „nacido el 3 de enero de 2019 en Nigrán junto al mellizo fallecido„ cuatro fracturas costales. El juez considera que las lesiones fueron ocasionadas "probablemente al zarandearlo con brusquedad y con una fuerza desproporcionada teniendo en cuenta la corta edad del bebé", indicó.Los investigados llevaron posteriormente al pequeño al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), donde fue atendido y se descubrió el alcance de las lesiones. El parte de atención primaria identificó cuatro fracturas costales en el hemitórax izquierdo. El forense considera que esas lesiones "son compatibles con malos tratos". Los facultativos que asistieron al menor pusieron de manifiesto que las fracturas que presentaba eran compatibles con algún tipo de compresión sobre las costillas.

"No le deseo a nadie que se le atragante un niño y no sepan qué hacer", declaró el padre, A. S. M., a los periodistas en marzo, durante una visita con su pareja al juzgado. "Vino su madre con él pálido, el niño no respiraba e hice la reanimación cardiopulmonar. Gracias a Dios sabía hacerla y conseguí que respirara. Le rompí las costillas porque lo noté, aunque no soy médico ni experto", dijo.

Pero el magistrado desmonta dicha versión. Cataloga como "poco creíbles" las declaraciones de los padres, "al afirmar que las fracturas que presentaba su hijo se las pudo provocar el padre días antes al hacerle una reanimación, cuando lo cierto es que, tras hacerle el padre la reanimación apuntada, fue ingresado en urgencias y las radiografías no revelaban ninguna fractura".

Se encontraron las lesiones "en el segundo ingreso del bebé, que tuvo lugar el 3 de marzo de 2019, tal y como refiere en su declaración el radiólogo que realizó las pruebas, afirmando también que no es normal que una reanimación produzca una fractura.

Tras descubrirse los hechos se puso en marcha el protocolo de protección de menores. Una vez que recibió el alta, el pequeño fue tutelado por la Xunta y acogido por una familia gracias al plan de Cruz Roja.

En cambio, el juez tiene que dictar el sobreseimiento provisional y archivo de la causa en relación a la muerte sufrida por el mellizo, la madrugada del 4 de marzo, "al no deducirse de todo lo instruido hasta la fecha cuál puede haber sido la causa de su muerte, y en consecuencia si la misma pudo haber sido provocada por un tercero". El magistrado ve "especialmente significativo el informe final de autopsia elaborado por los médicos forense del Imelga, que indica que la causa de la muerte del bebé es indeterminada".