La causa por los casi 60 kilos de heroína incautados en una nave de Caldas en 2017, una de las mayores aprehensiones de este estupefaciente de los últimos años en España, ya tiene sentencia. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha condenado a penas que suman en global 84 años de cárcel, junto a millonarias multas, a los 12 procesados por este alijo valorado en 2,8 millones de euros. Al frente del grupo gallego que se alió con narcos búlgaros para traer la droga a territorio pontevedrés la sala sitúa al abogado vigués Manuel Estévez Molares, al que impone 9 años y medio de prisión y multa de 9 millones de euros. Conocido en el negocio ilícito como Jacinto, el curilla o el abogaducho, este jurista „al que en el marco de este caso se empezó a investigar en relación con un presunto cargamento fallido de 1.500 kilos de cocaína„ suma así su tercera condena por tráfico de drogas. Ya había sido sentenciado en dos ocasiones anteriores, una de ellas por otro alijo de heroína de 98 kilos. Precisamente, fue durante aquella estancia en el penal cuando estudió Derecho y sacó la licenciatura que le permitió abrir, una vez libre, su propio bufete en la ciudad de Vigo.

La vida de Manuel Estévez ha vuelto a dar ahora otro giro a raíz del alijo de Caldas. Él se declaró inocente, pero la Sección Quinta le ve responsable de un delito de tráfico de drogas en cantidad de notoria importancia „con la agravante de reincidencia„ y de otro de pertenencia a grupo criminal. Idéntica condena y delitos se le imponen al vilanovés Juan Jesús Ventoso Padín, Juancho, también considerado líder de la red gallega, en la que los jueces integran a tres arousanos más que, junto a multas, reciben penas de entre 7 años y medio y 8 años y medio de cárcel. Dos colaboradores son sentenciados a hasta 6 años. Y en cuanto a los cinco búlgaros encargados de traer droga desde su país, la sala descarta que sean grupo criminal, pero les condena por narcotráfico a penas que van desde los 4 años y medio hasta los casi 7 años. Tres procesados „un arousano y dos de los extranjeros„ se ven beneficiados con la atenuante de confesión.

La sala considera que el abogado de Vigo, Ventoso y tres arousanos más integraban un "grupo de delincuentes" que "de modo estable", al menos desde marzo de 2016 y hasta agosto de 2017, se concertaron para traer estupefacientes a Pontevedra "para su distribución entre los consumidores". El jurista y el vilanovés hacían funciones "de coordinación y dirección", pero la sala concluye que el abogado tenía una "posición superior" por su "capacidad de decisión" en las negociaciones. Ambos se reunían en el despacho del jurista en la calle Coruña de Vigo y se encargaban de los contactos con los proveedores extranjeros, así como de citarse con miembros del grupo colombiano.

Y es que todo habría empezado por trazar un plan para traer cocaína, pero fracasó. Después surgió la alianza con los búlgaros para la heroína. Los 60 kilos llegaron a la nave de Caldas el 17 de agosto de 2017, pero la Policía Nacional ya los investigaba y frustró el "negocio".

Un confidente puso a los agentes sobre la pista de Molares, que en el juicio, negó su relación con el tráfico de drogas. Su representante legal recurrirá la sentencia al sostener que su condena solo se sustenta en la acusación "interesada" de otros coimputados, que declararon que fue el abogado el que, en la nave, entregó un sobre con 46.000 euros a los búlgaros. El letrado, que no fue detenido cuando explotó el operativo, no llegó a ingresar en prisión provisional por esta causa.