El hackeo a la Diputación de Ourense, por el que fue detenido en Las Palmas el empresario J. L. C. B. „que se encuentra en libertad provisional„, llegó a desviar un total de 1 millón de euros, aunque la gran mayoría del dinero público „840.351,78 euros„ pudo ser recuperado mediante el bloqueo de una cuenta en Alemania, adonde había sido transferido de forma fraudulenta el 26 de septiembre.

Tras ese primer intento fallido, que no trascendió, el ataque informático se repitió e intensificó a principios de este mes de noviembre. El pasado día 4 se desvió la transferencia de una subvención por importe de 89.999,8 euros y al día siguiente se apropiaron de otra por un total de 80.000. El dinero no llegó a dos asociaciones profesionales de la provincia beneficiarias de las ayudas de la administración provincial. Del total de este montante desviado „170.000 euros„, la investigación ha conseguido recuperar hasta el momento 79.542,56.

Porque el dinero que fue inicialmente remitido a una cuenta de un banco español empezó a circular y a disgregarse en quince operaciones ramificadas, hasta llegar incluso a Estonia, país al que se derivó una cifra de 30.000 euros que el Juzgado de Instrucción 1 de Ourense, el que asume esta investigación, trata de recuperar. También quiere identificar al beneficiario.

El objetivo de la causa es localizar todo el dinero público restante, algo más de la mitad del total de las dos ayudas „90.458 euros„, así como esclarecer si además del detenido hay más implicados. Fuentes del caso presumen que debió de contar con la participación de algún especialista en este tipo de artificios informáticos, complejos.

El único investigado por el momento, el representante en Europa del fondo de inversiones HMK Holding, llegó a retirar un total de 16.100 euros en efectivo en tres ocasiones: constan dos veces el 4 de noviembre „550 euros cada una„, así como 15.000 el 5 de noviembre.

Descontada una de esas detracciones de efectivo de medio millar de euros, la ayuda pública de 89.999,8 se remitió a una segunda entidad bancaria y, de ahí, en todos los casos el 5 de noviembre salvo uno que fue el día 7, a la cuenta de Estonia „30.000 euros„, a otro asiento de la misma entidad „2.500 euros„, a la mayor retirada de efectivo por parte del detenido „15.000„, a una asesoría empresarial del investigado „2.500 euros„, a una transferencia a sí mismo „3.000„, así como a dos envíos más a otra entidad bancaria, por importe de 3.600 y 30.120 euros (esta es la única operación del día 7).

La subvención de 80.000 euros también se disgregó en varias operaciones, aunque menos, tras la apropiación mediante el hackeo. Otros 550 euros fueron retirados en efectivo por el detenido, 56.140,6 fueron remitidos a otra entidad el 7 de noviembre „el banco retrocedió el dinero tras el bloqueo de la cuenta„, y otros 23.401,96 euros, desviados el 6 de noviembre, fueron recuperados mediante recobro automático de la entidad.

Además de un perjuicio económico, el ciberataque afectó a los servidores de la Diputación, que tuvo inoperativa su web varios días. En una circular enviada este jueves a los trabajadores, el delegado de protección de datos aconsejaba comprobar los movimientos bancarios puesto que el hacker tuvo acceso al fichero de nóminas, donde figuran datos personales, nombre, apellidos, NIF e IBAN bancario.