Los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre por presuntamente morder a un vigilante de seguridad del metro de Barcelona en diferentes partes de la cara y en la mano. No han trascendido otros datos, como la edad y la nacionalidad, del agresor. Tampoco si estaba bajo los efectos del alcohol o de alguna otra sustancia.

La agresión tuvo lugar sobre las seis de la mañana. Varios compañeros del vigilante consiguieron reducirlo y lo retuvieron hasta que llegó una patrulla de Mossos que procedió a la detención del sujeto. La víctima, con heridas en las dos mejillas y en una mano, fue trasladada de forma inmediata al Hospital Vall d'Hebron y ya ha sido dado de alta. El agresor fue conducido a dependencias policiales y se le imputa un delito de lesiones.

La ley de seguridad privada

Los sindicatos de vigilantes del metro hace años que reclaman la indefensión en la que se encuentran. Precisamente este pasado jueves más de 100 vigilantes de seguridad privada concentraron frente a la delegación de Gobierno de Barcelona bajo el lema 'Basta agresiones' reclamando urgentemente "medidas de protecció adecuadas" a su puesto de trabajo y el carácter de agentes de la autoridad para contar con una mayor "protección jurídica".

El Sindicato Profesional de Seguridad (SPS) ha reclamado en un comunidado mejores condiciones "ante el aumento de las agresiones hacia agentes de seguridad en los últimos años". "La violencia y la agresividad ha aumentado exponencialmente en general, y el metro es un reflejo de la sociedad. Por eso hemos insistido mucho en la necesidad de aumentar el personal de las plantillas para que todos los vigilantes puedan trabajar en pareja", ha explicado Jordi Miguel, miembro de la ejecutiva del sindicato, que denuncia la precarización del sector.

El próximo mes de enero, asegura Miguel, los vigilantes de seguridad del metro de Barcelona recibirán esprais de pimienta y una especie de bufanda anticortes. "Esto es el resultado de nuestras reivindicaciones, porque llevamos mucho tiempo pidiendo material adecuado. Ahora mismo los vigilantes van con esposas de hierro y unas defensas o porras que son de plástico duro, el mismo material que en 1978", ha subrayado el portavoz de SPS.

El colectivo, además, exige la revisión de la ley de seguridad privada, pues en la actual los vigilantes son ayudantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad, pero judicialmente "simples ciudadanos".

Los últimos ataques en el subterráneo

El pasado mes de noviembre varios vigilantes de seguridad del subterráneo de Barcelona sufrieron ataques. El pasasdo 19 de noviembre, un vigilante resultó herido por arma blanca. Un individuo que había sido reprendido por colarse sin billete en la estación de Paral·lel le provocó un corte en la pierna. En esa ocasión, un agente de los Mossos también resultó herido leve. Al agresor, de 28 años y nacionalidad española, se le imputaron los delitos de atentado y lesiones a un agente de la autoridad.

Unos días antes, 5 de noviembre, un grupo de pasajeros, al parecer ebrios, agredió a dos vigilantes de seguridad para evitar el control de billetes. Este incidente ocurrió en el vestíbulo de la estación de Torrassa, que comunica la L-1 con la L-9.