La Policía ha rastreado sin éxito esta mañana un pozo en la calle Pedra do Lagarto, una actuación que se enmarca en el caso Sonia Iglesias, pontevedresa desaparecida hace más de nueve años. Hasta el lugar, cercano a la casa de la familia Araújo registrada hace dos años, se trasladaron profesionales de la Policía Judicial y la Unidad de Subsuelo, algunos de ellos llegados desde Madrid especialmente para la búsqueda. Los trabajos comenzaron temprano por la mañana, pero poco antes del mediodía se informó desde la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra de que el resultado había sido "negativo".

"Ningún caso se cierra definitivamente, y el de Sonia Iglesias no está cerrado. Cualquier nuevo dato, fleco suelto, que pueda dar lugar a continuar con las investigaciones no se aparca, sino que se atiende", aseguró Maica Larriba, subdelegada del Gobierno, a la prensa tras los actos conmemorativos del 196 aniversario de la Policía Nacional.

Este nuevo registro ha tenido lugar a raíz del hallazgo de un pozo de cuya existencia tenían conocimiento hace tiempo los investigadores, pero con el que no se había dado hasta el momento. Se encuentra en las inmediaciones de las propiedades de la familia de Julio Araújo, pareja de Sonia Iglesias cuando desapareció y con quien la joven tenía un hijo. "No había sido localizado porque era una zona que estaba totalmente cubierta de maleza y que ahora se ha encontrado al ser desbrozada con motivo de los viales que se están realizando en el entorno de los accesos de Montecelo", informó Larriba.

"Inmediatamente, los equipos correspondientes se han trasladado a Pontevedra y han inspeccionado el pozo y puedo ya decirles que el resultado ha sido negativo", manifestó.

Desde Madrid viajaron dos furgonetas equipadas de la Unidad de Subsuelo, adecuadas para los trabajos en pozos. Sin embargo, requirieron de la ayuda de los Bomberos de Pontevedra, que disponen de un motor para la extracción de agua con mayor potencia.

La comisaria jefa del Cuerpo Nacional de Policía de Pontevedra, María Estíbaliz Palma, subrayó que "cualquier dato nuevo que tengamos vamos a explotarlo". "A ver si la energía positiva nos da un buen resultado algún día", deseó.

Al ser preguntada sobre si esta nueva actuación había generado esperanzas, Estíbaliz reconoció que "esperanza siempre tenemos". "Son cabos, flecos, que aparecen y se explotan", añadió. "Se sabía de siempre que había un pozo, pero no se pudo localizar en su momento. Ahora era posible acceder a él y se ha descartado que hubiera nada".

La familia de Sonia Iglesias fue informada sobre este nuevo registro, tal y como confirmaron la comisaria y la subdelegada del Gobierno.

La última actuación, hace dos años

El último registro que se hizo público tuvo lugar en febrero de 2018, cuando se inspeccionó la casa de los Araújo en Marcón, en las inmediaciones del cementerio de San Mauro peinando el terreno además con un georradar. Allí se registraron también un pozo y una fosa séptica, pero, igual que ha ocurrido hoy, con resultado negativo. En dicha casa había convivido Sonia Iglesias con Julio Araújo al inicio de su relación.

La causa por la desaparición de la pontevedresa está archivada provisionalmente, aunque la investigación policial, tal y como se ha demostrado hoy, sigue activa. Julio Araújo fue imputado policialmente en su momento, pero se acogió a su derecho de no declarar.

La última pista sobre la jove se pierde en la calle Arzobispo Malvar, a donde acudió al zapatero el 18 de agosto de 2010. Tenía 37 años y un hijo de 9.