La Policía Nacional investiga las causas del fallecimiento de un bebé de unos meses de edad ocurrido este viernes en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), aunque en principio se barajan causas naturales de muerte súbita que descartarían un episodio violento.

El suceso se produce en pleno confinamiento de la población a causa del coronavirus; de ahí que la presencia de varias patrullas policiales, la funeraria y vehículos de la comitiva judicial alertase a los vecinos del entorno pues a la sorpresa del operativo cabe añadir la especial indumentaria de protección de los intervinientes.

Sobre la una de la tarde llegaron al domicilio de la familia del bebé los equipos de emergencias que fueron alertados por los padres de lo ocurrido en el interior de la vivienda.

Una hora después ya se encontraba a las puertas del domicilio un vehículo de los servicios funerarios, encargados de trasladar el cuerpo del pequeño a Pontevedra en donde se le practicará la autopsia para determinar la causa de la muerte.

Según fuentes consultadas también se le realizarán las pruebas correspondientes para determinar si estaba o no infectado por el Covid-19, hipótesis de la que todavía no hay constancia a la espera de los resultados correspondientes.

Cabe señalar, sin embargo, que en el supuesto de que estuviera afectado por coronavirus sería una de las víctimas mortales más jóvenes en todo el mundo a consecuencia de la pandemia que mantiene confinado a un tercio de la población.

La muerte del bebé causó una enorme expectación en el entorno del domicilio, con numerosos vecinos asomados a ventanas y balcones por el interés que despertó el gran depliegue policial, pero también porque los padres del pequeño son muy conocidos en este céntrico barrio de la capital arousana.

Cabe señalar que los progenitores acompañaron a los agentes hasta el portal de inmueble y en principio sin medidas que limiten su libertad, lo que afianza y refuerza la teoría de los vecinos de que la muerte del pequeño ha sido meramente accidental.

A la gravedad del suceso hay que añadir el hecho de que se produce en pleno período de confinamiento de la población como consecuencia de la pandemia del coronavirus por lo que en principio toda la familia se encontraba en su domicilio cuando se registró el fatídico hecho luctuoso.

El levantamiento del cuerpo y su traslado al Instituto de Medicina Legal de Pontevedra fue decretado por la forense y la comisión judicial que se presentó en el domicilio de la familia y que abandonó poco después de las tres de la tarde,

La Policía Nacional que intervino en el suceso guarda absoluto hermetismo acerca de los hechos y ni siquiera ha respondido a estas horas a las llamadas realizadas por este periódico para conocer la primera valoración oficial de los hechos. La festividad del Viernes Santo y las limitaciones que establece el confinamiento parecen en principio los motivos para el retraso en la comunicación sobre ello.