Tres hermanos de la familia Anglés en el banquillo de los acusados, el robo de medio millón de euros ocultos en un Ferrari y una extorsión y paliza a un empresario del sector de las gasolineras. Estos son los ingredientes del juicio que estaba previsto que se celebrara este martes en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de València contra tres hermanos de Antonio Anglés, el triple asesino de las niñas de Alcàsser y el criminal más buscado del país cuyo cadáver nunca fue localizado.

La vista oral se ha suspendido al no llegar las partes a un acuerdo de conformidad. El Ministerio Fiscal solicita una pena de doce años de prisión para Carlos M. por los delitos de extorsión, lesiones, tenencia ilícita de armas y un delito contra la salud pública. Asimismo, para otro de los hermanos Anglés, Roberto M. -todos ellos se han cambiado un apellido marcado de por vida- pide ocho años de cárcel y cinco para 'el Mauri', ahora Joaquín M. Misma pena solicita el fiscal para un cuarto acusado que presuntamente participó activamente en la extorsión.

Los hechos se produjeron el 21 de diciembre de 2017 en Massanassa cuando Carlos M., de 40 años, le pidió a su socio, con el que tenía a medias una gasolinera en la localidad murciana de Yecla, que acudiera a su domicilio. En el interior del garaje le esperaban los cuatro procesados. La encerrona venía precedida por la sustracción de medio millón de euros que el presunto traficante guardaba en un vehículo Ferrari de su propiedad, y cuyo robo atribuía a su socio.

Aunque el empresario negó tales acusaciones, según el relato de la Fiscalía, uno de los acusados le encañonó con una pistola para amedrentarlo y posteriormente le amenazó con una jeringuilla en la mano diciéndole que "tenía el SIDA y moriría en tres días". Asimismo, otro de los hermanos Anglés portaba una pistola eléctrica, pero no llegó a utilizarla.

Tras propinarle patadas y puñetazos a su víctima "con ánimo de menoscabar su integridad física", según detalla el fiscal, le obligaron a ir a una notaría de Benetússer, donde el agredido le cedió a Carlos todas las acciones que tenía -un 40%- de la gasolinera de Yecla de la que ambos eran copropietarios. Dicha cesión, por la cual el hermano de Antonio Anglés se convertía en socio único del negocio, se realizó "sin contraprestación económica alguna y al verse obligado por las agresiones y amenazas recibidas por los cuatro acusados", según argumenta el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales.

En el registro domiciliario del principal acusado la Policía Nacional localizó en enero de 2018 una pistola semiautomática y munición, y se incautó de pequeñas cantidades de cocaína, heroína y hachís listas para su venta, cuyo valor en el mercado ascendía a 1.684 euros. De ahí que se le imputen también los delitos de tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas.

El fiscal solicita doce años de cárcel para Carlos M., siete para Roberto y cinco años para el «Mauri» y para un cuarto acusado que también participó en la extorsión al empresario.