La Policía Nacional ha detenido a un joven de 25 años, natural de Guinea Ecuatorial y con amplio historial delictivo, por realizar más de 100 estafas con un importe aproximado de 60.000 euros mediante "falsos alquileres" de viviendas usando fraudulentamente logotipos oficiales de empresas reales de compraventa de viviendas.
Para su actividad delictiva, elegía a sus víctimas entre jóvenes recién llegados a España, "desconocedores" de los procedimientos legales de alquiler, y estudiantes con pocos recursos. Principalmente actuaba en los distritos madrileños de Centro, Retiro y Chamberí con multitud de afectados.
De forma paralela a esta investigación se ha detenido a una mujer en la localidad madrileña de Leganés por formalizar hasta cinco contratos de alquiler falsos en un breve periodo de tiempo.
Su metodología consistía en alquilar viviendas durante dos o tres días, a las que hacía fotos y difundía en conocidas firmas del sector para acometer su estafa, realquilando las viviendas con falsos contratos, para lo cual manipuló documentos y suplantó identidades.
Según ha explicado la Jefatura Superior de Policía en un comunicado, la investigación se inició a principios del mes pasado y a raíz de varias denuncias interpuestas por individuos estafados en el alquiler de inmuebles en la capital.
El arrestado, contactaba de manera virtual con los interesados y tras formalizar un contrato les pedía una cantidad de dinero en metálico en concepto de fianza. En dicho contrato, los agentes comprobaron que utilizaba tanto datos personales falsos como logotipos de conocidos portales web de compraventa de inmuebles. Las víctimas tras personarse en el inmueble comprobaban que habían sido estafadas.
Tras "arduas" pesquisas, los agentes lograron identificar al presunto estafador, el cual contaba con más de 40 antecedentes por estafas inmobiliarias. También pudieron constatar que había llegado a engañar a un centenar de personas obteniendo un beneficio aproximado de 60.000 euros.
Entre sus víctimas se encontraban "preferentemente" extranjeros que acababan de llegar a España, jóvenes procedentes de otras comunidades autónomas que se disponían a visitar Madrid y estudiantes con pocos recursos.
Tras localizar al autor de los hechos fue detenido y puesto a disposición judicial aunque la investigación continúa abierta y no se descarta la existencia de otras víctimas.
