La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a 15 años de cárcel al varón acusado de matar a su padre en noviembre de 2017, tras apuñalarlo con un cuchillo en la vivienda donde ambos convivían en la localidad de Sanlúcar de Barrameda, todo ello tras el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular la pasada semana, después de que el acusado reconociera los hechos.

En la sentencia, difundida por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en un comunicado, la Audiencia condena al acusado por un delito de homicidio doloso y le impone una condena de 15 años de prisión, la prohibición de residir y acudir a Sanlúcar de Barrameda por tiempo de diez años (pena que deberá ser cumplida tras la de prisión) y, en concepto de responsabilidad civil, el pago de una indemnización total de 130.000 euros a sus dos hermanos y a su madre y esposa del fallecido.

Asimismo, ha acordado que el encausado no pueda obtener beneficios penitenciarios hasta la mitad de la pena impuesta y, para el caso de obtener alguno, le impone la prohibición de no residir ni entrar en Sanlúcar hasta el cumplimiento efectivo de la pena privativa de libertad.

Después de que el acusado reconociera los hechos ante los miembros del jurado popular, tanto la Fiscalía como la acusación particular ejercida por la familia de la víctima modificaron sus respectivos escritos de conclusiones provisionales y reclamaron para el encausado la pena finalmente impuesta por la Audiencia Provincial, con la que se aquietó la defensa en el juicio celebrado la semana pasada.

En su veredicto, el jurado consideró probado que el acusado, "pese a su edad y a que no realizaba actividad laboral alguna, mantenía un elevado nivel de gastos a los que no podía hacer frente, consecuencia de lo cual tenía múltiples deudas pendientes de abonar", de modo que, "ante la imperiosa necesidad de obtener dinero", el condenado "transmitió a una amiga y compañera de instituto su intención de acabar con la vida de su padre para poder así cobrar la herencia".

En este sentido, el jurado declaró probado que los hechos tuvieron lugar sobre las 18,00 horas del 13 de noviembre de 2017 en la vivienda donde el investigado convivía con sus padres y sus dos hermanos, cuando el acusado, "acuciado por las deudas, inició una fuerte discusión" con su progenitor, quien se encontraba en ese instante solo en el interior del domicilio.

En un momento de dicha discusión, el acusado se dirigió a la cocina de la vivienda y, "tras ponerse unos guantes de látex para no dejar huellas", cogió un cuchillo de 13,5 centímetros de hoja "con el que se dirigió" a su padre "con la intención de acabar con su vida" y le asestó al menos ocho puñaladas en distintas partes del cuerpo, falleciendo la víctima de un shock hipovolémico como consecuencia de las heridas sufridas.

Seguidamente, y según consideró probado el jurado, el condenado se cambió de ropa, introduciendo la ropa manchada de sangre, las zapatillas, los guantes y el cuchillo en una bolsa que posteriormente arrojó a un contenedor cuando se dirigía de camino a la comisaría a denunciar los hechos.