La agente de la Guardia Urbana de Barcelona Rosa Peral, condenada junto a su examante Albert López por asesinar a la pareja de ella en mayo de 2017 en el marco de un triángulo amoroso, ha denunciado este martes que la declararon culpable por su vida sexual tras un "linchamiento mediático" que, a su juicio, condicionó el veredicto.

Así lo ha sostenido este martes su abogada, Olga Arderiu, ante la sala civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) durante la vista del recurso contra la sentencia que condenó a Peral y a López a 25 y 20 años de cárcel, respectivamente, por matar a Pedro Rodríguez, y que ambos han seguido de forma telemática desde prisión.

Arderiu, así como el letrado José Luis Bravo, que defiende a López, han reclamado al alto tribunal catalán que anule la sentencia, dictada en virtud del veredicto del jurado popular que los consideró culpables de asesinato con alevosía por la muerte de Rodríguez, cuyos restos fueron hallados en el maletero de su coche, calcinado y abandonado en una pista forestal del pantano de Foix.

Ambas defensas han vuelto además a incriminarse mutuamente, como ya hicieron durante las seis semanas que duró el juicio, con similares argumentos y el objetivo de convencer a los magistrados de que son inocentes.

En la vista de este martes, la defensa de Peral ha denunciado que fue condenada en base a "sospechas y conjeturas" ante la falta de "pruebas incluso indiciarias" que demuestren que participó en el asesinato de Rodríguez, y ha lamentado que se haya puesto en el punto de mira su vida íntima.

"A la señora Peral se la ha juzgado en muchísimas ocasiones por con quién se ha metido en la cama o con quién ha mantenido relaciones sexuales más que por si ha matado o no a Pedro Rodríguez", ha aseverado.

Arderiu ha recordado también que el caso ha ocupado infinidad de "programas sensacionalistas" y que sobre él se han escrito "ríos de tinta" que han llevado a Peral a sufrir un "linchamiento mediático" que, ha aseverado, "ha influido claramente en el resultado del veredicto", que ha tachado de "ilógico, irracional y arbitrario".

Y es que, según la abogada, que ha alegado vulneración de derechos fundamentales a lo largo del juicio, en los que se le ha negado la tutela judicial efectiva y un proceso con todas las garantías, así como el derecho de defensa y presunción de inocencia, no se trató de un asesinato, y mucho menos con alevosía.

"No fue un asesinato, fue un homicidio. Albert mató a Pedro, pero no lo planificó, no estuvo premeditado con Rosa. Hubo una pelea y lo mató", ha subrayado.

"No hay una muerte intencionada"

Por su parte, Bravo, que, como Arderiu, ha ido desgranando los mismos argumentos que defendió durante el juicio, ha solicitado al tribunal que se absuelva a su cliente por el delito de asesinato y lo condenen por encubrimiento por ser culpable únicamente de "seguir las órdenes y premisas de Rosa Peral" una vez ésta -ha dicho- ya había matado a Rodríguez.

El abogado ha recordado además que los investigadores admitieron que cabía la posibilidad de que la víctima, de la que se desconoce cómo murió, ya estuviera muerta cuando López llegó al domicilio de Peral la noche del crimen lo que, a su juicio, "ya debería haber producido una sentencia absolutoria".

"Albert llega a casa de Rosa cuando todo había sucedido. No hay una muerte intencionada ni planificada", ha enfatizado Bravo, quien ha opinado que el jurado popular "navegó en la especulación" con "hipótesis" hasta constituir un veredicto "erróneo, con vacua argumentación e incoherente".

Peral y López, protagonistas del conocido como "crimen de la Urbana", fueron condenados también al pago de 885.000 euros de indemnización por haber matado a la pareja de ella en el marco de un triángulo amoroso, un asesinato que cometieron, según la sentencia, porque Rodríguez "obstaculizaba su relación y situación".