La undécima y última sesión del juicio por el asesinato del ingeniero Antonio Navarro a manos supuestamente de su mujer, María Jesús M. C. y de uno de los amantes de ella, Salvador R. L. permitió a los nueve miembros del jurado escuchar los informes finales de las cuatro partes, fiscal, acusación particular y ambas defensas, justo después de que cada uno de ellos se pronunciara sobre sus conclusiones definitivas.

El acusador público, Vicente Devesa, fue sin duda el más duro: ha mantenido su calificación provisional -salvo tres pequeñas correcciones- por lo que continúa pidiendo 22 años de cárcel para Maje como coautora del crimen, con la agravante de parentesco, y 18 para el autor material, Salva. La razón por la que no le ha rebajado ni un solo día la dejó ayer clara durante su alegato final: "Porque lo que hizo fue terrible".

En una exposición brillante y si fisuras, estructurada como los capítulos de una novela, desgranó para el jurado por qué pide que "apliquen el sentido común y los condenen a ambos". Así, empezó dándoles "tranquilidad" porque, dijo, "no es un caso único". Para convencerlos, trajo a colación una sentencia de jurado dictada en Murcia -y confirmada por el TSJ y el Supremo- en la que fueron condenados una mujer y su amante por el asesinato a cuchilladas del marido de ella en un garaje gracias a la información y las llaves que le facilitó ella. "¿Les suena?", preguntó.

Cercenó las intenciones de la defensa de Maje de desvirtuar el caso por su trascendencia mediática alegando que su tratamiento en los medios "nos puede gustar o no, pero todo eso es ajeno a este juicio" y acusó al letrado de la inculpada de ser precisamente él quien ha introducido en la sala la faceta mediática, con audios y vídeos, "para confundir y mezclarlo con las auténticas pruebas".

"¡Claro que se arrepintió!"

Reivindicó, por ello, la declaración de Salva, que admite la comisión del crimen y acusa a Maje de haberle convencido y haberle dado los medios para hacerlo. "Más del 70 % de las sentencias condenatorias en este país se basan en las declaraciones de los autores que reconocen los hechos. Es una prueba de cargo válida. Y vale porque todo lo que dice está avalado y corroborado en la causa. Es más, aunque no lo hubiera reconocido, este fiscal tiene pruebas suficientes en esta causa para acusarles a los dos. Primero, cumpliendo una promesa, dijo que lo había hecho él solo. Y luego se arrepintió. ¡Claro que se arrepintió! Estaba embobado con una mujer y luego se dio cuenta de que había hecho una monstruosidad. Claro, que teniendo a determinadas clientas, es normal que uno no pueda creer que se arrepiente", ironizó sobre María Jesús M.

Habló primero del "auténtico protagonista, Antonio, un hombre joven, ingeniero, buen trabajador, buen marido, buena persona, buen hijo y buen amigo. Incluso le había comprado unos peluches a su mujer que no pudo llegar a darle". De él recordó cómo la noche antes a su asesinato habló con su madre por teléfono y le dijo "que estaba solo en casa porque su mujer estaba trabajando en el hospital. Estaba tranquilo. Y es tremendo, porque la cree. Cabe imaginarlo hasta contento porque ella le mandó un mensaje de que ya estaba en el hospital y luego otro más en el que le dice: 'Puxi, goza esa empanada hecha con amor'", cuando en realidad estaba en casa de otro amante, Jose.

De Salvador se preguntó cómo alguien de quien incluso su exmujer dice que es una buena persona, un hombre que no está loco, que trabaja desde los 19 años, tiene una hija comete un asesinato como este . "Pues porque se enamora perdidamente de la inculpada, y es totalmente dependiente de ella, como hemos visto, que igual le limpia el parqué como le compra un billete de autobús o siete faldas para que elija" o "le pide expresamente que cometa el asesinato, como el resto de las cosas que le pide". "Y le pide que no falle, y no falla".

"Ella pudo evitarlo y no lo hizo"

Sobre la acusada destacó que "no para de mentir; es imposible seguir todas sus mentiras", algo que vio lógico "porque para tener todas esas vidas y relaciones tiene que mentir y estar acostumbrada a manipular".

El fiscal considera que juntos urdieron el plan -"que me parece muy inteligente: el lugar ideal (el garaje), la fecha ideal (mediados de agosto), a la hora ideal (cuando Antonio se iba a trabajar)"- "como juntos hacían el resto de las cosas". Y recordó que "este crimen no lo podía cometer Salva solo y por sí mismo; requería de mucha información. Y la única fuente de información fiable era la inculpada, que traicionó la confianza del marido. Evidentemente se la dio para que lo matara". Y agregó: "Y no hay duda de que le dio las llaves para que lo matara".

"Ella tuvo el dominio en todo momento. Ella puede salvar al marido simplemente aparcando el coche dentro. Y no lo hizo. Al contrario, lo mantuvo en la creencia de que estaba en el hospital con ese mensaje" para asegurarse.

También recordó "el comportamiento de euforia" de Maje tras saber por Salva del asesinato. "Es demoledor. Es escalofriante. Y es muy significativo".

Tras repasar los momentos clave que condujeron a su detención, pidió al jurado "que le den lo suyo a los dos acusados. La acusada intentó burlarse de la Justicia y dijo que era una mierda y que no existe. Pues mire, no es una mierda, y claro que existe. Por eso les pido que los condenen a los dos".