La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 42 años de edad, residente en Asturias, como presunto autor de un supuesto delito de ciberacoso sexual infantil . Las investigaciones se iniciaron a raíz de la denuncia de las madres de dos niños de 10 años residentes en la provincia de Pontevedra, con quienes este hombre habría supuestamente contactado y mantenido conversaciones a través de Instagram, solicitándoles fotografías.

De las primeras averiguaciones, señalan fuentes de la Guardia Civil, se tuvo conocimiento de que la persona detrás del perfil estableció una primera fase de acercamiento para establecer lazos de amistad con los menores, ganando su confianza y consiguiendo todos los datos personales posibles. Seguidamente, en una segunda fase, les pedía fotos y mantener video-llamadas donde abordaba temas de tipo sexual. También ofrecía a los niños la posibilidad de verse en persona.

Gracias a la información aportada por los menores y al análisis del perfil de Instagram utilizado por el desconocido, la Benemérita consiguió identificar al individuo detrás de la cuenta, un hombre de 42 años residente en Asturias. Tras ser detenido, se registró su domicilio, donde se incautaron varios teléfonos móviles que utilizaba para acosar a los niños, tal y como se desprendió después de analizar los miles de archivos y cientos de conversaciones halladas.

Así se pudo determinar que el investigado seguía un patrón sistemático, "que consistía en contactar con cuentas de Instagram en cuya imagen de perfil aparecían preadolescentes y adolescentes, presentándose como un descubridor de jóvenes promesas del fútbol y ofreciéndoles engrosar las canteras de los principales clubes", detallan las mismas fuentes.

Una vez que conseguía que los menores confiaran en él y tras falsas promesas de regalos u obsequios como teléfonos móviles o recargas de saldo, los convencía para mantener vídeo-llamadas, con pretextos tales como valorar si su musculatura era apropiada para jugar al fútbol.

El investigado contactó con cientos de niños, a algunos de los cuales consiguió engañar para que se mostrasen desnudos o incluso realizando algún tipo de práctica sexual ante la cámara. Además, el presunto pedófilo llegó a desplazarse a las localidades donde vivían sus víctimas para contactar con ellas.

La operación fue desarrollada por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Pontevedra, con sede en Cambados, que contó con el apoyo de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Oviedo, todo ello bajo la dirección del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción Nº 1 de Vilagarcía de Arousa y de la Fiscalía Provincial de Pontevedra.