"Disculpa, pero es que aún estoy muy nervioso. Pensaba que me lo mataban", se justifica César al teléfono cuando recibe la llamada de 'Levante-EMV'. No es para menos. Puesto que este vecino de la localidad de Xirivella relata cómo el pasado sábado por la tarde un perro de raza American Stafford se abalanzó sobre su nieto Rafa, de cinco años, y le propinó un mordisco que le ha acarreado unas heridas para las que ha precisado ocho grapas.

La historia empieza como la de cualquier fin de semana familiar que promete tranquilidad y aire fresco. César se encontraba paseando con su nieto por el polígono industrial de Xirivella el pasado sábado por la tarde. Habían cogido un par de bicicletas de alquiler para dar una vuelta y eligieron esta zona industrial porque "normalmente hay poca gente" y de este modo el pequeño de cinco años podría pasear tranquilo. Sobre las 17.50 horas, "cuando ya íbamos a volver a casa", empezó la pesadilla.

En ese momento, César se percató de que un perro corría hacía ellos y que detrás de él, un hombre gritaba e intentaba llamar al can sin éxito. Se trataba de un animal de raza American Staffordshire (considerada potencialmente peligrosa, lo que obliga a sus dueños, por ley, a llevarlo con correa de menos de dos metros y bozal). Al llegar al lugar donde se encontraban abuelo y nieto, el perro se abalanzó sobre el menor: "por suerte, mi nieto llevaba casco que es donde se llevó el primer golpe". Ante esta situación, César cogió en brazos al pequeño mientras el perro saltaba para tratar de alcanzarlo de nuevo.

"El perro logró cogerle del brazo y eso me desestabilizó y nos fuimos los dos al suelo. Es que ocurrió todo tan rápido...", explica César aún en shock. El propietario del perro iba junto a una mujer y otro can, en este caso una hembra también de este tipo de raza considerada PPP. "La perra por suerte no nos atacó solo se quedó junto a nosotros mirando, mientras la dueña decía que la hembra no era agresiva", continúa narrando César.

Los dueños huyeron sin auxiliar al niño

El dueño del perro corrió hacia ellos y logró coger al animal del collar y separarlo. Acto seguido, la pareja subió a un coche, metió a los perros dentro y se marchó del lugar sin prestar ningún tipo de auxilio a los heridos.

"He sido camionero durante 27 años de mi vida y estoy muy habituado a quedarme con los detalles de los vehículos, así que memoricé parte de la matrícula, el modelo del coche y el color", y eso que la pareja se preocupó de levantar el maletero del coche para evitar dejar la matrícula a la vista, tal como ha comentado César a este periódico.

Finalmente, este abuelo de Xirivella logró llamar a la policía para pedir ayuda. "Quiero resaltar la excelente labor tanto de la Policía Local de Xirivella como del personal sanitario del Hospital General que nos atendieron estupendamente", insiste César, quien asegura que tan solo una hora después del incidente los agentes ya habían localizado a la pareja propietaria de los perros "vieja conocida de la policía".

El pequeño Rafa tiene heridas en el antebrazo derecho (donde el perro logró hincarle los dientes) y en la pierna fruto de la caída, y César tiene algunas contusiones en la pierna y el codo también del golpe que sufrieron cuando cayeron al suelo.

Afortunadamente las heridas físicas sanan bien pero las psicológicas aún tardarán un poco. "Pese a que mi nieto se ha quedado con la aventura del viaje en el coche policial que iba con la sirena y saltándose los semáforos y con lo bien que lo han tratado en el hospital, el otro día me preguntó '¿por qué hay gente mala?'

- "¿Y tú cómo estás, César?"

- "De las heridas nada pero no dejo de pensar que podrían habérmelo matado. Si nos hubiera atacado la otra perra o hubiera alcanzado a mi nieto en el cuello... Mira es una película que tengo en la cabeza y no logro deshacerme de ella...".