La sección segunda de la Audiencia de València prorrogó este lunes la prisión provisional para María Jesús Moreno Cantó, Maje, y para Salvador Rodrigo Lapiedra, Salva, como autores del asesinato del marido de ella, el ingeniero Antonio Navarro, el 16 de agosto de 2017 en el garaje del valenciano barrio de Patraix que la pareja tenía en propiedad. Se trata de una adecuación técnica a la actual situación de los dos condenados que no variará su situación, por cuanto están, y seguirán estando, en la penitenciaría.

Hasta ahora seguían en la cárcel por la prisión provisional dictada tras su detención, en enero de 2018. Ahora ya han sido condenados, pero la sentencia no es firme porque los defensores de ambos han recurrido al TSJ, por lo que la vista celebrada ayer sirve para cambiar esa prisión provisional de la fase de instrucción por la posterior a la condena en primera instancia.

Así, la prórroga dictada este lunes por la Audiencia de València en virtud del artículo 504.2 de la ley de enjuiciamiento criminal (Lecrim), tendrá vigencia por la mitad de la condena de cada uno de ellos -once años, en el caso de Maje, condenada a 22 años, y ocho y medio en el de Salva, penado con 17 años-.

Esta situación se mantendrá hasta el momento en que la sentencia sea firme, tanto si las partes se quedan con lo que diga el TSJ cuando vea su recurso, como si agotan la vía penal llegando hasta el Tribunal Supremo.

Tal como adelantó 'Información' el pasado sábado, la Audiencia de València celebró a las 9.00 horas de este lunes la vista, que reunió de nuevo al magistrado y a todas las partes, a excepción de los dos condenados, que asistieron por videoconferencia desde la cárcel de Picassent, donde están presos desde su detención y puesta a disposición judicial el 12 de enero de 2018.

Aunque la prórroga aprobada hace un año cubriría hasta los cuatro años, en realidad la vistilla celebrada ayer ya no tenía como fin asegurar la presencia de los acusados en el juicio o evitar la destrucción de pruebas, que es el sentido de la prisión provisional en su primera fase.

La negativa de la defensa de Maje

Se trataba, en definitiva, de reacondicionar la situación, pero teniendo en cuenta que ya no están en prisión por meros indicios descubiertos durante la fase de instrucción, sino por las pruebas que un tribunal de jurado compuesto por cinco mujeres y cuatro hombres elegidos al azar entre la ciudadanía valenciana estimó suficientes para considerar a los antiguos amantes culpables por unanimidad del asesinato del marido de ella.

Formalmente, fue el fiscal, Vicente Devesa, quien solicitó esa prórroga hasta la media pena, medida a la que no se opuso ni la abogada de la familia de Antonio, la letrada Patricia Cogollos, ni la defensa de Salvador, ejercida por la abogada Julita Martínez.

Sí lo hizo, por contra, la defensa de Maje, la letrada Alicia Andújar, quien además llegó a plantear que dejen en libertad a su clienta mientras se resuelve su recurso, alegando que no hay riesgo de fuga y, de nuevo, que no hay carga probatoria que justifique su condena. La defensa de Maje ni siquiera había solicitado la libertad tras formalizar la apelación, por lo que fue ayer el primer día que pidió ese beneficio.

El magistrado, sin embargo, lo rechazó. De hecho, su posición es justo la contraria a la tesis de la defensa de la parricida: lo elevado de la pena redunda en que haya aumentado el riesgo de fuga, "que debe ser conjurado", dice el auto, "mediante la prórroga de la prisión hasta la mitad de la pena impuesta en la citada sentencia, en tanto la misma alcanza su firmeza sin que el arraigo aludido por su defensa sea suficiente para eliminar ese riesgo de fuga".

Ni siquiera Salva se ha opuesto

Por el contrario, la defensa de Salva no se opuso a la prórroga de la prisión provisional "por expresas instrucciones" del condenado, según matizó su abogada.