Anica, una mujer de 66 años , paciente oncológica grave, podrá permanecer en su casa de Mislata, en Valencia, junto a su hijo después de que el servicio común de notificaciones certificara la paralización del desahucio tras personarse en el domicilio después de que el Juzgado nº 2 de Mislata siguiera adelante con el alzamiento al entender que "no se da una situación de vulnerabilidad que se ajuste estrictamente a la legalidad", en referencia al nuevo decreto que impide el desalojo de personas sin alternativa habitacional en Estado de Alarma.

Desde las 10 horas, se concentraron en la calle Maestro Serrano 9 miembros de la PAH, Stop Desahucios y otros colectivos para apoyar a Anica y su hijo y evitar el desahucio. No fue hasta las 11.15 horas cuando se personó la agente del servicio común de notificaciones y tras hablar con el hijo de Anica, notificó la paralización del desalojo a la vez que realizó un informe acreditando al hijo para que pudiera presentar los informes médicos necesarios que acreditasen la situación de vulnerabilidad de la afectada, ya que según explicó, el abogado de oficio no había presentado la documentación necesaria y la que presentó el hijo junto al servicio jurídico El Rogle del Ayuntamiento de Mislata,que incluía el informe de servicios sociales, no se tuvo en cuenta al no estar personados en el caso.

Una tensión que se rompió con los aplausos de los asistentes que provocaron las lágrimas del hijo de Anica. "Mi madre en su estado no puede ir a cualquier lado en plena pandemia. Si consigo otra casa tengo que desinfectarla bien y el traslado es de riesgo, así me lo han dicho los médicos, ya que cualquier pequeña infección para ella puede ser mortal", explica el hijo de Anica.

Él junto a su madre viven en este piso de alquiler, propiedad de un gran tenedor que posee varios inmuebles en la zona -de hecho hace años la misma propietaria ya logró desalojar a Jazmín con tres hijos menores a los que finalmente entre conselleria y ayuntamiento lograron alojar en otra vivienda social-, y que hace casi un año decidió no prorrogar el contrato y no aceptar ningún pago de alquiler. "Nosotros podemos pagarle mensualmente pero ella no quiere, y nadie me dijo que se podía pagar judicialmente para que no pudiera utilizar la falta de pago para exigir el desahucio", explica el hijo de Anica.

Tanto el Ayuntamiento de Mislata como la Conselleria, a través de la directora general de Emergencia Habitacional, Pura Peris, están al tanto del caso de Anica y están buscando una solución habitacional urgente, puesto que el juzgado de momento no ha notificado la duración de la paralización del desahucio.