El acusado, cuyas iniciales son A. M., fue asistido este jueves por un intérprete en su declaración, puesto que no habla bien el idioma español. Fue trasladado a la sala del Palacio de Justicia desde la cárcel, dado que está en prisión preventiva por un delito de agresión sexual por el que el fiscal pide para él diez años entre rejas y siete más de libertad vigilada.

Los hechos tuvieron lugar en una vivienda ubicada en el barrio de San Andrés, en Murcia, donde el sospechoso residía con su primo, la esposa de este y los dos hijos del matrimonio.

Una vez que el primo estaba trabajando, de madrugada, presuntamente se introdujo en el dormitorio de la mujer y la sometió a tocamientos, algo que el acusado negó haber hecho: afirma que él se fue a trabajar al campo, a coger tomates, que a las cinco de la mañana se levantó y a las cinco y media se fue, por lo que no pudo cometer el ataque sexual que relató la víctima.

A la mañana siguiente, según se lee en la calificación fiscal, la mujer «le recriminó su comportamiento anterior, comunicando telefónicamente con su esposo para informarle de ello, ante lo que el acusado, violentamente, interrumpió la conversación entre aquellos y golpeó a la mujer, derribándola y arrastrándola hasta su habitación, donde la echó sobre la cama, situándose encima de ella, bajándole los pantalones y las bragas, al tiempo que decía ‘te voy a hacer lo que llevo mucho tiempo con ganas de hacer, y si cuentas algo nadie te va a creer’, introduciéndole los dedos en la vagina». La mujer gritó para pedir ayuda y la oyeron los vecinos.

«El acusado abandonó después el domicilio, al comprobar que acudían algunos vecinos alertados por los gritos de auxilio de la víctima y la presencia en el domicilio de la cuidadora de los hijos de la pareja», prosigue el Ministerio Público.

Lo que dice el individuo es que la mujer y él discutieron por un mechero. Niega haberla llevado a rastras hasta el cuarto y haberla lanzado sobre la cama. Igualmente, niega haberle causado a la esposa de su primo lesiones en el cuello, las manos y la vagina: alega que, si la víctima tiene heridas, es porque se golpeó con una pared tratando de agredirle a él.

Alega que fue por un mechero

El fiscal le preguntó entonces por qué iba a querer la mujer pegarle a él, si fue solo por el mechero o para defenderse de la agresión sexual. El sujeto insistió en que fue solamente por el encendedor y porque ella creía que le había robado dinero.

La víctima declaró en la sala de la Audiencia Provincial de Murcia también ayer, protegida por un biombo para no tener que ver al acusado. Lo hizo en calidad de testigo, aunque ella ha renunciado a emprender acciones civiles: no pide indemnización por lo que le pasó. También declararon dos agentes de la Policía Local. En el pasillo del juzgado, a A. M. le esperaba un compatriota, «el único con el que aún tiene contacto, su familia le dio de lado» tras la acusación, explicaba el hombre.