La educación contra la violencia machista es fundamental para hacer frente a esta lacra, pero también para detectar un caso. Esto último es lo que hizo una joven zaragozana de 16 años que vio cómo su abuelo insultaba, escupía y amenazaba a su abuela y no dudó en denunciarlo en la Policía Nacional. Ahora acaba de ser condenado, gracias a que la adolescente mantuvo su declaración, pese a que la víctima dijo no recordar nada e incluso la hija del matrimonio decidió acogerse a su derecho a no declarar contra el encausado, porque así se lo había pedido su madre.

La testifical de la joven y de la Policía Nacional fue suficiente para que la magistrada del Juzgado de lo Penal número 9 de Zaragoza haya impuesto una condena de 12 meses de prisión por un delito continuado de amenazas y la prohibición de acercarse a su esposa a menos de 200 metros durante dos años. Fue absuelto del delito de vejaciones injustas.

La jueza señala en el fallo que el ahora condenado, durante el mes anterior a la interposición de la denuncia, fue habitual que el acusado se dirigiera a su esposa mediante insultos del tipo "hija de puta, guarra, asquerosa", llegándole a escupir y a lanzarle objetos, así como a proferirle expresiones intimidantes y amedrentadoras cuando se encontraban en el domicilio, incluso delante de la nieta.

Una actitud que víctima y menor aguantaron hasta que a las 09.15 horas del pasado 10 de junio, hallándose ambos en casa, el acusado, de 68 años, comenzó de nuevo a increpar a su esposa, de 65, profiriéndole las expresiones insultantes siendo su actitud tan agresiva que la nieta llamó al 091. Cuando los agentes procedieron a su detención este espetó: "Como me busques un problema por esto, te vas a enterar". El acusado, que reconoció tanto en su declaración en fase de instrucción como en el acto del plenario que en alguna ocasión insultaba a su esposa y que le había llegado a escupir dos veces, negó sin embargo haberla amenazado profiriendo la expresiones que se recogen en la sentencia.

La magistrada justifica la condena, "pese a que la falta de consistencia del relato de la denunciante en el acto del plenario y su supuesto olvido de lo ocurrido por razones manifiestamente obvias en delitos de esta naturaleza lo cierto es que en el supuesto de autos, a diferencia de lo que por desgracia suele ocurrir en este tipo de ilícitos penales que se cometen en la intimidad del hogar y sin testigos, se ha podido, sin embargo, contar con la declaración de la nieta".

El hombre afrontaba inicialmente casi 4 años de cárcel que pedía Fiscalía y la abogada de la víctima, Sara Madurga, si bien solo pudo corroborarse en el juicio las amenazas que destacó la nieta contra el hombre, defendido por Alberto Peiró.