El Ministerio del Interior quiere que las fuerzas de seguridad estén más atentas para detectar si en las acciones violentas de las bandas criminales juveniles también hay algún componente de odio y pide a los agentes que en sus atestados incluyan los indicios de estas actitudes que puedan observar.

Para ello, la Secretaría de Estado de Seguridad está preparando una instrucción que modifica el Plan de Actuación y Coordinación Policial contra Grupos Organizados y Violentos de carácter juvenil, con el objetivo de mejorar la elaboración de los atestados policiales.

En suma, según ha explicado este miércoles en rueda de prensa el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la instrucción pretende que los agentes integren en el atestado todos aquellos indicios que permitan entender determinadas conductas delictivas como delitos de odio o agravadas por la circunstancia de discriminación.

Marlaska ha informado de esta iniciativa a la Comisión de Seguimiento del Plan de Acción de Lucha contra los Delitos de Odio 2019-2021, al que seguirá un segundo plan para el trienio 2022-2024.

El titular de Interior ha explicado en rueda de prensa que la Oficina Nacional de Lucha Contra los Delitos de Odio cooperará directamente con las unidades policiales que investigan delitos de esta naturaleza y en los que por su gravedad, complejidad o trascendencia, sea conveniente que los investigadores cuenten con el apoyo y asesoramiento de los expertos del departamento.

De hecho, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, ya ha dictado una instrucción para que los responsables de esa Oficina puedan efectuar un seguimiento directo y específico de aquellos casos de delitos de odio que adquieran especial relevancia por la alarma social que representen, por la complejidad del hecho investigado o por la gravedad de los posibles delitos cometidos.

En estos supuestos, los miembros de la Oficina podrán desplazarse a cualquier dependencia de las fuerzas de seguridad del Estado para esa cooperación, ya sea a iniciativa de la propia oficina o a solicitud de las unidades policiales de investigación.

Sobre el plan actual de lucha contra los delitos de odio, Marlaska ha indicado que, de las 54 medidas previstas para alcanzar un total de trece objetivos distintos, se han cumplido 48 en dos años y medio de trabajo.

Las seis medidas restantes están todavía en proceso, ya que tienen que ver con la construcción de un marco estable de cooperación con organismos públicos y colectivos sociales implicados en esta problemática y las restricciones impuestas por la pandemia las ha retrasado.

Marlaska ha considerado "prioritario" que quienes sufren delitos de odio lo denuncie, porque es la "única vía que abre el camino a la actuación de las fuerzas de seguridad". Interior "no permanecerá impasible ante esa realidad", ha zanjado.