José Mateo D., el joven de 29 años que era detenido el lunes por la noche acusado de asesinar a su padre en su casa de Campos del Río, había sido denunciado por agredir a sus dos progenitores y un juez le puso una orden de alejamiento de ambos. De su madre, Justa, y de su padre, José Miguel D. R., cuya vida, supuestamente, segaba este lunes por la noche, al coserlo a puñaladas

Así lo explican a LA OPINIÓN fuentes cercanas a la investigación, que detallan que el chico llevaría años tratando de atentar contra la integridad física del cabeza de familia, y que no era la primera vez que levantaba un arma blanca contra el hombre, de 53 años de edad y padre de seis hijos.

José Miguel yacía en un charco de sangre y tenía dos puñaladas en el cuello, otra en la espalda y heridas defensivas

En concreto, apuntan las mismas fuentes, hubo un episodio, hace unos años, en el que José Mateo habría llegado a clavar un cuchillo a su padre. Lo hizo en una pierna y afortunadamente no provocó heridas de consideración al hombre. Fue a raíz de aquel episodio, añaden las fuentes, cuando el matrimonio tomó la decisión de denunciar a su propio hijo.

El tío del sospechoso, ayer junto a la casa, donde se vivieron escenas de tensión. ISRAEL SÁNCHEZ

José Mateo se vio entonces envuelto en una causa por violencia doméstica y un juzgado le prohibió aproximarse a sus padres. La orden de alejamiento ya está prescrita y el chico residía con su familia y uno de sus hermanos, nueve años más joven que él, en el domicilio de la calle Escuelas que el lunes se teñía de sangre.

Cuando José Mateo y José Miguel se enzarzaron en una bronca, primero verbal, que fue subiendo de tono hasta acabar en muerte, el hermano pequeño no estaba en la casa: se encontraba en la vivienda de su tío, que está pared con pared de la de sus padres. Sí presenciaba la escena la madre del sospechoso y esposa de la víctima, que echaba a correr para pedir ayuda a quien tenía más cerca: sus vecinos. Ana Mª, una de ellas, llamó a Emergencias.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de la Guardia Civil, que encontraron a José Mateo y, en la vivienda, el cuerpo sin vida de su padre. También se movilizó una ambulancia del Servicio de Urgencias de Mula, cuyos sanitarios únicamente pudieron confirmar que el hombre estaba muerto. José Miguel, que yacía en un charco de sangre, presentaba varias cuchilladas en su cuerpo: dos en el cuello, una en la espalda y varias heridas defensivas, apuntan fuentes próximas al caso. A falta del resultado definitivo del informe del forense, la pérdida de sangre por los cortes es la más que probable causa del deceso.

El matrimonio dio el paso de denunciar al hijo cuando éste clavó un arma blanca al hombre, en 2018

El cuerpo del fallecido fue llevado al Instituto de Medicina Legal de Murcia, para practicarle la autopsia. La Policía Judicial del Instituto Armado se hizo cargo del caso. José Mateo pasaba anoche su primera noche entre rejas, tras haber sido mandado por la jueza de Guardia de Mula a prisión provisional, comunicada y sin fianza como presunto autor de un delito de asesinato. Ni 24 horas del arresto pasaban cuando el sospechoso era conducido, desde dependencias de la Guardia Civil, al juzgado de Mula, de donde salía rumbo al penal de Sangonera. En un pueblo consternado, ayer se comentaba que el joven "cumplió lo que decía, que era que iba a matar a su padre"

Ana María y Sergio, este martes en la puerta de su casa, donde se refugió para huir. ISRAEL SÁNCHEZ

"Justa salió como loca"

"Discutían los dos, el padre y el hijo. Los gritos eran cada vez más fuertes y vino la mujer diciendo que lo había matado. ‘¡Que lo ha matado, Ana, que lo ha matado!’ Loca perdida. Intenté meterla a mi casa, pero el hijo, todo ensangrentado, se asomó y dijo: ‘¡Ven para acá ahora mismo, que los mato a todos!’ Y ella, por miedo, se fue otra vez para allá".

Así relata Ana María lo que vivió el lunes por la noche en su vivienda, que está enfrente de la casa en la que el joven José Mateo presuntamente acuchillaba hasta la muerte a su progenitor. Del cual, detalla esta vecina, "tuvo hace tiempo una orden de alejamiento, porque le apuñaló el pie". "La madre dice que la maltrataba de palabra", añade la mujer.

"Llamé al 112 cuando escuché la pelea. Cuando vino la Justa y me dijo que lo había matado, volví a llamar", rememoraba Ana María, en cuya casa durmieron, la noche del crimen, Justa y su hijo de 20 años de edad, Alfonso.

Aquella noche, destrozada, "ella (Justa) dijo que se lo imaginaba, que lo sabía, pero que no sabía que su hijo iba a tener tanto valor de matar a su padre", apunta la vecina, a lo que añade que "Alfonsico, que, cuando pasó, estaba en casa de su tío, me dijo a mí que, al llegar, su hermano le dijo: ‘ya he matado a tu padre’".

"Cumplió lo que decía, porque él decía que lo tenía que matar", comenta Ana María, al tiempo que subraya que las peleas a gritos en el domicilio donde se cometió el crimen eran continuas. Peleas protagonizadas por el hijo, ya que "en el matrimonio no había problemas", asegura la vecina.

"La Justa vino medio muerta", apostilla Sergio, que, aunque solo lleva siete meses viviendo ahí, ha escuchado muchas de esa riñas a gritos. José Mateo "dijo: ‘¡los mato a todos!", recuerda el vecino, que apunta que el chico, no obstante, "con nosotros no se metía".