Los cuatro acusados de 'la segunda manada de Manresa' (Barcelona) han negado este lunes haber agredido sexualmente a la víctima, y uno de ellos ha manifestado que tuvieron relaciones sexuales "consentidas".

Así lo han expresado en la tercera sesión del juicio en la Sección 9 de la Audiencia de Barcelona, en la que han declarado los acusados y han explicado que el 13 de julio de 2019 coincidieron con la chica -en aquel momento menor de edad- en un bar, y que, posteriormente, subieron al piso donde presuntamente ocurrieron los hechos.

Los acusados, que han declarado en el juicio a través de una intérprete, han explicado que estuvieron bebiendo y algunos consumieron otras sustancias, que la víctima no estuvo forzada en ningún momento y que "estaba contenta, de fiesta".

En su declaración, la denunciante afirmó que esa noche había hablado en castellano con todos los acusados, pero sus defensas sostienen que no dominan el idioma -y, por tanto, afirman que no son los hombres con quien estuvo esa noche- y han pedido un servicio de intérprete para el juicio.

Uno de los acusados ha explicado que vio a la víctima "entrar riéndose en la habitación" con otro acusado, pero que él sobre las 2 de la madrugada se fue a una discoteca solo y que al volver se encontró a la víctima por la calle y ella le pidió que le dejara el teléfono móvil para llamar: ella explicó que, cuando se lo prestó, usó el teléfono para llamar a emergencias por segunda vez esa noche.

El segundo acusado, el único que ha declarado en castellano y que presuntamente entró en la habitación con la víctima, ha explicado que estuvieron hablando, bebiendo y bailando con la chica, que vio a otro chico entrar y salir de la habitación con ella, pero que no recuerda quién fue, y que luego ella le pidió que la acompañara a la habitación a descansar.

Relaciones sexuales "consentidas"

Ha explicado que la víctima le preguntó si quería ser su pareja, que él le dijo que ya tenía pareja, y entonces la chica le propuso tener relaciones sexuales: "Hicimos una relación normal, consentida, con sentimiento, con permiso de ella. Ella quería y yo también quería", ha añadido.

Ha manifestado que después de mantener relaciones sexuales "consentidas", la chica le pidió el móvil para llamar a emergencias por unas pastillas que necesitaba, y que posteriormente bajó con ella a la calle y se fueron cada uno por su lado.

En cambio, la denunciante explicó al tribunal que usó el teléfono de un acusado sin que se diera cuenta para alertar a los Mossos de que estaba sufriendo una violación múltiple.

Por su parte, el tercer acusado ha declarado que él llevó a la chica a la habitación para que durmiera, que volvió a "salir rápido", que luego se marchó del piso y volvió a entrar cuando ya no había nadie.

El cuarto acusado ha explicado que, en el momento que entró en la casa, se quedó dormido hasta que vinieron tres chicos y la víctima, y que al cabo de unas horas bajó al parque con un amigo, que volvieron al piso a la hora de dormir y que les despertó la policía cuando fueron a detenerlos.

"Cuando vino la policía en ningún momento supe el motivo de la detención hasta que en el calabozo me informó el intérprete. Yo ni siquiera he hablado con la víctima", ha dicho.

Denunciante y acusaciones

En la primera sesión del juicio, la víctima explicó que cuatro hombres la violaron consecutivamente en un piso, y que desde entonces no puede salir apenas a la calle, que tiene pensamientos suicidas y ataques de pánico, además de fobia a los hombres, incluso a los de su familia.

Durante los informes finales, la fiscalía y la acusación particular han manifestado que la víctima fue agredida por cuatro personas esa noche, y han asegurado que se creó un "clima intimidatorio" por parte de los acusados para poder perpetuar los hechos.

Las defensas de los acusados han negado que existiera violencia ni intimidación, y la letrada de uno de ellos ha expresado: "La víctima declaró en la primera sesión que en ningún momento dijo que no textualmente, que solo chilló, y que chilló de dolor, no pidiendo ayuda". La fiscalía pide 55 años para cada uno de ellos por tres presuntas violaciones y un intento, además de una indemnización de 40.000 euros.