Culpables por unanimidad. Eso es lo que ha dictaminado el Tribunal del Jurado de los cuatro acusados en el "caso Ardines" tras dos jornadas de deliberación. Los nueve integrantes del tribunal popular han encontrado a los sicarios Maamar Kelii y Djilali Benatia culpables de haber causado de forma intencionada la muerte de Javier Ardines; a Pedro Luis Nieva, marido de la prima de la mujer de Ardines, con la que el difunto edil mantenía una relación, culpable de haber inducido a causar la muerte; y a Jesús Muguruza, amigo de Nieva, culpable de haber contribuido al asesinato. Además, el tribunal popular ha rechazado cualquier indulto o suspensión de la pena de los encausados. Los encausados se enfrentan ahora a penas de entre 20 y 25 años de prisión.

El jurado ha considerado probado que el móvil del crimen fueron los celos y la frustración de Pedro Luis Nieva, tras conocer que su mujer mantenía una relación sentimental con Ardines. Que Muguruza, amigo de Nieva, fue quien contactó con Benatia y que éste fue el que introdujo a Kelii en la trama.

Los cuatro acusados han escuchado el veredicto con aparente tranquilidad. Kelii y Benatia se mostraron fríos e impasibles durante los más de 45 minutos que duró la lectura del veredicto. Pedro Luis Nieva también reflejaba serenidad, mientras el rictus de Muguruza fue ganando en expresividad con el paso de los minutos, resoplando con frecuencia y cerrando los ojos. Entre el público se encontraban la viuda de Ardines y sus dos hijos.

Básicamente, el Tribunal del Jurado, que ha estado deliberando más de dos días, ha dado credibilidad al relato hecho por los investigadores de la Guardia Civil y por la Fiscalía: que Pedro Luis Nieva actuó movido por los celos y la rabia tras descubrir la relación entre Ardines y su mujer. Que contactó con los sicarios vía Muguruza y que, tras viajar a Asturias previamente para planificar el asesinato, fueron Benatia y Kelii quienes mataron Ardines: primero le pegaron un golpe en la cabeza y, cuando el por entonces edil de IU trataba de escapar, le asfixiaron, probablemente haciendo palanca con el codo.

Por estos hechos, la Fiscalía y la acusación particular han pedido la pena máxima para los cuatro procesados: 25 años. Por su parte, las defensas han solicitado un castigo de 20 años.